Un Alcalde tan «cercano» que todas las las bodas las celebra él, dentro y fuera del Ayuntamiento. Lo que era costumbre, todos los concejales de la oposición «casaban», ahora las personaliza el primer edil. Con tal desfachatez, que no tiene reparos en utilizar las redes sociales de su partido, CIUCA, para promocionar las bodas en Telde

Decía Aristóteles que la política es el arte de gobernar. Es el ejercicio del control dentro de la sociedad a través de la toma y ejecución de decisiones colectivas. Evidentemente, los tiempos son otros y la humanidad ha avanzado alcanzando logros impensables, cierto es que las teorías Aristotélicas siguen siendo válidas. Eso sí, no para todos los políticos.

Telde, casi un año y medio después de las elecciones locales y su correspondiente cambio, vive y se plantea una paradoja política compleja o curiosa, como quieran verla. Tenemos un alcalde «del pueblo», así se denomina a sí  mismo, que con un CERO en gestión, no se le conoce logro, pero que, según la «voz de la calle», y el mismo, es muy apreciado y está «bien valorado», vamos, que presume de ser muy «popular y cercano». Aquí la dichosa paradoja, CERO en gestión, nula, inexistente, pero bien valorado, dicen algunas «voces».

Un Alcalde tan «cercano» que todas las bodas las celebra él, dentro y fuera del Ayuntamiento. Lo que era costumbre, todos los concejales de la oposición «casaban», ahora las personaliza el primer edil. Con tal desfachatez, que no tiene reparos en utilizar las redes sociales de su partido, CIUCA, para promocionar las bodas en Telde.

Un Alcalde que no ha tenido la más mínima vergüenza para «designar» un segundo patrón de la policía local para «montarse» un acto de entrega de reconocimientos a los ex policías, jubilados o fallecidos.

Un Alcalde que utiliza, sin ruborizarse, una vez más, la religión para promocionarse en las redes, «la virgen del Pino baja a Telde por designación divina del señor Peña», parece, por como nos lo «vende».

Un Alcalde que parece «el promotor» de todos los eventos privados que se celebran en Telde, vídeo incluido para sus «redes».

Un Alcalde que parece más preocupado por sumar «followers» en las redes que por resolver los problemas de Telde. Los quiere sumar desde todos los frentes, desde el «afeado choca-manos» con menores en los colegios hasta subirse en las guaguas a saludar a los mayores que van de excursión o por aquello que bien le define «Juan fiestas Peña». Parece que la metodología le da igual, tenemos un Alcalde influencer, en eso está a diario.

Por ello la paradoja… ¿Se puede sin haber cumplido una sola de sus promesas ser tan «popular? ¿Es posible ser o estar tan «valorado» sin dar un palo al agua?

Su grupo político cuenta con 7 concejales ¿A cuántos se les conoce por su gestión?

Decía Maquiavelo que la «política es el arte de engañar»… (o lo que es lo mismo, un tipo de distracción para encubrir una acción. De esa manera se disimula la verdad en forma intencional. Las cortinas de humo están diseñadas para engañar, confundir o distraer a los demás). ONDAGUANCHE

¿Populismo o popularidad?