El mandato de Peña se ha caracterizado por un modelo de gestión centrado en el relato y la imagen, mientras no se abordan los problemas del municipio. Se ha sustituido la planificación por el autobombo, y las prioridades reales de la ciudadanía han sido ignoradas en favor de una agenda política basada en actos vacíos y redes sociales

Desde Nueva Canarias – Bloque Canarista de Telde denunciamos que los dos primeros años del actual gobierno municipal encabezado por Juan Antonio Peña han supuesto un retroceso generalizado en la gestión pública de la ciudad. 

Con un tono firme y basado en datos, hacemos un balance crítico que refleja una realidad preocupante: Telde ha perdido dos años valiosos marcados por la improvisación, la propaganda y la falta de acción.

El mandato de Peña se ha caracterizado por un modelo de gestión centrado en el relato y la imagen, mientras no se abordan los problemas del municipio. Se ha sustituido la planificación por el autobombo, y las prioridades reales de la ciudadanía han sido ignoradas en favor de una agenda política basada en actos vacíos y redes sociales.

En un área tan sensible como Servicios Sociales, la gestión ha sido catastrófica. Por primera vez en la historia de Telde se han perdido los planes de empleo (PFAEs), que si bien se gestionan desde la Concejalía de Desarrollo Local fundamentales para personas desempleadas, principalmente usuarios de servicios sociales. Se han dejado caducar subvenciones millonarias y, lejos de reforzar los recursos sociales, se ha prorrogado el contrato de ayuda a domicilio sin ampliar su cobertura, dejando sin atención a decenas de mayores y dependientes que continúan engordando la lista de espera.

Además, el actual gobierno ha presentado como propios proyectos diseñados, financiados y puestos en marcha por el anterior equipo de gobierno, como la reapertura del Centro de Mayores.

En materia urbanística, el balance es demoledor. Telde sigue sin un proyecto de ciudad. Las inversiones estratégicas no se ejecutan, las licencias no avanzan, y los barrios continúan deteriorándose sin soluciones. La llamada “Gerencia de Urbanismo” carece de capacidad técnica y operativa. El autodenominado “Plan de Barrios” se ha limitado a una sucesión de visitas y fotografías sin impacto alguno.

En Cultura, Educación y Juventud, la gestión es inexistente. No se ha desarrollado ni una sola política transformadora. Se ha optado por eventos aislados sin modelo cultural ni apoyo al tejido local, sin diálogo con el sector educativo ni los jóvenes del municipio.

En el área de Deportes, la dejadez es evidente: instalaciones deterioradas, clubes deportivos sin apoyo adecuado y el abandono del plan estratégico de subvenciones que garantizaba la igualdad de oportunidades. Las subvenciones han vuelto a otorgarse “a dedo”, con criterios opacos, dejando fuera a las personas deportistas individuales. Han eliminado el encargo de mantenimiento y proyectos de instalaciones deportivos que se había hecho a Fomentas. La Participación Ciudadana ha sido anulada, desde el despacho, sin escuchar al tejido asociativo.

El “plan de limpieza más ambicioso de la historia” ha resultado ser un fraude. Telde está más sucia y desordenada que nunca. La movilidad urbana no ha mejorado y el transporte público sigue siendo deficiente. Mientras tanto, la Policía Local trabaja con una plantilla y medios claramente insuficientes.

De las 10 medidas “urgentes” prometidas por Ciuca al inicio del mandato, casi todas han fracasado. Ni la piscina del Paco Artiles ni el mercado municipal han abierto. No se ha realizado auditoría económica alguna. El sacrificio cero ya se aplicaba. La gestión de Valora sigue en manos externas. El deporte y el comercio local siguen sin impulso, y los servicios sociales han sufrido un claro retroceso.

Este gobierno tenía una ocasión única para transformar Telde, con las cuentas municipales saneadas y más presupuesto disponible que nunca —gracias a la gestión económica del equipo de gobierno anterior liderado por NC—, pues no  debemos olvidar que en el anterior mandato se eliminó la deuda municipal, 12 años antes de lo previsto, se dio por finalizado el Plan de Ajuste. Esto al municipio recuperar su autonomía financiera y, lo que es más importante, poder destinar, a partir de 2023, sus propios recursos a la realización de inversiones en el municipio, pues el Plan de Ajuste impedía al gobierno municipal destinar un solo euro de sus arcas a la realización de obras y mejora de infraestructuras básicas. En lugar de eso, se ha gobernado desde la arrogancia, el personalismo y la propaganda, ignorando tanto al personal técnico como a la oposición. 

Como resultado, en apenas 2 años de este gobierno, el ayuntamiento de Telde vuelve a estar endeudado y con un ritmo de crecimiento de la deuda alarmante al haberse triplicado la deuda en un solo año. Además, de nada ha servido el grandilocuente anuncio realizado por Peña de haber elaborado el “presupuesto más social de la historia de Telde”, ya que en todo 2024, sólo ha sido capaz de ejecutar el 51% del mismo, es decir, la mitad del presupuesto se ha quedado sin gastar. 

Los logros del actual gobierno se resumen en fiestas, conciertos privatizados sin canon, propaganda institucional y una gestión paralizada.

Telde, segundo municipio de Gran Canaria y cuarto de Canarias, no puede permitirse un gobierno que ha perdido el pulso de la gestión pública. Hoy nos encontramos con una ciudad estancada, una plantilla municipal desmotivada y una ciudadanía cada vez más harta de promesas incumplidas y fuegos artificiales.

Desde Nueva Canarias – Bloque Canarista de Telde reiteramos nuestro compromiso con un modelo de ciudad justo, planificado, participativo y centrado en el interés general. Telde merece mucho más.