¿Para qué sirven entonces nuestros diputados nacionales si, cuando llega la hora de la verdad, se alinean con los intereses de sus partidos en Madrid y votan en bloque contra su propia tierra?

Una vez más, asistimos con estupor a la incoherencia de algunos diputados canarios que, en lugar de defender los intereses del Archipiélago, optan por votar en contra de medidas que son vitales para nuestras islas. Lo hemos visto recientemente con el rechazo al decreto “antipapagones”, que incluía inversiones urgentes para evitar nuevos colapsos eléctricos en Canarias. Lo vimos también con el voto en contra al reparto solidario de menores migrantes, una medida que aliviaría la presión insoportable que sufren las islas en primera línea de esta crisis.

Los seis diputados del PP canario —Jimena Delgado, Guillermo Mariscal, Carlos Sánchez, Laura Lima, Ainhoa Molina y Juan Antonio Rojas— votaron en contra, alineándose con Vox, a pesar del respaldo del propio Gobierno regional. Una decisión que no solo desconcierta, sino que indigna a una ciudadanía que esperaba de sus representantes algo más que sumisión al dictado partidista.

¿Para qué sirven entonces nuestros diputados nacionales si, cuando llega la hora de la verdad, se alinean con los intereses de sus partidos en Madrid y votan en bloque contra su propia tierra?

Este comportamiento no solo es decepcionante, es también una traición al mandato que les dieron miles de canarios que confiaron en que serían su voz en el Congreso. Votar en contra de iniciativas que cuentan incluso con el apoyo del Gobierno de Canarias, como ocurrió con los fondos para la red eléctrica o con la reubicación de menores, demuestra que algunos anteponen la disciplina de partido a la responsabilidad institucional y al bienestar de su gente.

Los ciudadanos de Canarias deben tener esto muy presente: Canarias necesita un grupo de diputados valientes, comprometidos y sin miedo, que defiendan a esta tierra en todo momento y ante cualquier gobierno. No podemos seguir soportando a quienes, sentados en escaños que les dimos con nuestro voto, actúan como portavoces de Madrid y votan en contra de los propios ciudadanos que los eligieron.

Canarias no necesita diputados que vayan al Congreso a levantar la mano al dictado de Génova o Ferraz. Canarias necesita representantes con dignidad, que se planten, que luchen y que tengan claro que fueron elegidos para defender esta tierra, no para hundirla con sus silencios y sus votos cómplices.

Exigimos respeto. Exigimos coherencia. Y exigimos, de una vez por todas, que quienes ocupan un escaño en nombre de Canarias entiendan que aquí no se viene a obedecer, se viene a defender. Juan Santana, periodista y locutor de radio