El programa El Pulso, que se emite en la plataforma de la Radio Digital de Onda Guanche y presenta Juan Santana Hernández, dedicó su edición a dos entrevistas extensas con un hilo conductor común: la denuncia del engaño institucional, la falta de proyecto y la llamada a un “despertar ciudadano” frente a problemas enquistados en Canarias y, en especial, en el municipio de Telde.

Con el sello habitual del espacio —“Aquí no hay filtros, no hay permisos, no hay miedo”—, la emisión abrió con una reflexión sobre una palabra central en el contenido del día: solidaridad, entendida como “puente, mano tendida y gesto que levanta cuando otros miran hacia otro lado”. Ese marco dio paso a una entrevista en profundidad con Juan Medina, dirigente vecinal y presidente de la asociación Solidaridad con el Valle, una de las voces más activas en Jinámar.

Durante la conversación, Medina relató sus orígenes en la zona de la Finca de la Condesa y vinculó su implicación vecinal al deterioro progresivo de edificios y calles, además del sentimiento de que Jinámar “solo es recordado en época electoral”. Aseguró que el barrio vive una mezcla de soledad, desilusión y cansancio, con vecinos que “ya no quieren meterse en luchas” por sentirse engañados por políticos y también por representantes vecinales que, según denunció, “se olvidan” tras obtener notoriedad.

Entre los problemas concretos, señaló el mal estado de edificios, canchas y espacios públicos; puso como ejemplo la cancha de Fernando Sagaseta, donde denunció la retirada de una valla que no se ha repuesto, y criticó el abandono de instalaciones que acaban siendo usadas de forma incívica. También situó el mayor déficit municipal en la gestión de espacios públicos, mencionando el Parque de las Mil Palmeras como símbolo de falta de personal y mantenimiento.

Medina abordó igualmente el debate sobre el Plan Integral de Jinámar y la reciente noticia sobre una financiación anual de un millón de euros, restándole valor propagandístico: sostuvo que no se puede “vender como lotería” una aportación que, a su juicio, no compensa lo que Jinámar aporta en actividad y recaudación. En el plano político, afirmó que Telde arrastra abandono “desde hace muchísimos años” y reclamó menos anuncios y más ejecución real.

Uno de los tramos más duros se centró en el mercadillo dominical, al que describió como antes referente y ahora “muy devaluado” por falta de gestión, planificación y control. Denunció ausencia de plan de seguridad, evacuación y emergencias, así como una falta de presencia de vigilancia, y afirmó que el mercadillo “se mantiene por los propios puesteros”, no por el impulso del Ayuntamiento. Según Medina, la situación ha provocado pérdida de puestos y caída de actividad, con zonas conflictivas vinculadas a venta irregular que —según su versión— no se afrontan.

En el cierre, Medina lanzó un mensaje directo a la ciudadanía: “soltar el mando”, levantarse del sillón, dejar de resignarse y participar, especialmente votando con criterio y exigiendo infraestructuras y soluciones. Rechazó llamar a una manifestación concreta, pero insistió en la necesidad de organización vecinal y presión social para que las administraciones actúen.

Alejandro Guerra: auge del libro, geopolítica, crítica a la UE y ruptura con VOX

En la segunda parte, El Pulso entrevistó a Alejandro Guerra, autor del libro Canarias Vendida, una obra que —según explicó— está ganando visibilidad y debate. Guerra destacó como “revulsivo” su reciente participación en el “canal del coronel” dirigido por Pedro Baños, tras la mención del libro en ese espacio, lo que habría multiplicado su alcance. El autor recordó los puntos de venta físicos en Gran Canaria y la posibilidad de compra online, presentándolo también como opción de regalo navideño.

En el bloque de contenido, Guerra defendió que algunas hipótesis planteadas en el libro estarían encajando con hechos posteriores, y situó parte de su argumentario en el tablero de la geopolítica y decisiones europeas sobre el entorno del Sáhara. A partir de ahí, enlazó con una lectura crítica de la política española y del papel de los grandes partidos, asegurando que PP y PSOE comparten inercias y votaciones en Europa en la mayoría de asuntos clave.

El tramo político tomó protagonismo cuando se abordó su vínculo pasado con VOX. Guerra explicó que fue incorporado como responsable jurídico y de formación en una etapa inicial del partido y que, antes de consolidar su afiliación, recibió un correo comunicándole que no superaba el “periodo de prueba”. Él interpretó aquello como un episodio interno que decidió no judicializar, y amplió su análisis apuntando a la falta de un congreso ideológico dentro de VOX que defina con claridad qué quiere ser el partido, señalando tensiones y corrientes internas como factor de inestabilidad.

Al aterrizar el debate en Canarias y en Telde, Guerra planteó que VOX mantiene un control muy centralizado desde la dirección nacional, con escaso margen local para propuestas propias, y lo relacionó con la “desaparición” o perfil bajo de representantes municipales. En su visión, esa estrategia puede servir para “no meter la pata”, pero es negativa si se pretende gobernar y gestionar lo local. También lamentó que VOX Canarias no esté marcando una posición clara y potente sobre cuestiones estratégicas del archipiélago.

La entrevista concluyó con un cierre cordial, deseos navideños y el compromiso de retomar conversación, mientras el programa reafirmó su idea de fondo: dos miradas distintas —la vecinal y la geopolítica-política—, pero un mismo diagnóstico de hartazgo, promesas incumplidas y necesidad de reacción social.

Finalmente, Juan Santana despidió el espacio agradeciendo a la audiencia su seguimiento y anunció un cambio puntual de emisión: la próxima semana, al ser festivo el jueves, El Pulso volverá de forma excepcional el miércoles 24, con un nuevo programa “sin filtros, sin mordazas”.