Cada día que pasa su estado de deterioro es más lamentable, tal es así que aparte de la malla de protección que tienen algunas, han optado por colocar además vallas en las aceras para evitar el riesgo que supone transitar junto a a ellas ante el peligro de desplome que presentan algunas

No se puede ocultar porque es más que evidente, la imagen negativa que dan muchas viviendas en las calles más antiguas del barrio de San Gregorio: Gago Coutinho, Franchy y Roca, Ruiz, María Encarnación Navarro, Rivero Behnecourt, Alferez Quintana Suárez, Congreso, María Auxiliadora, Diego Ramos Galvan, Calderín López, Pedro de las Ascención, Reyes Católicos etc etc hay una enorme cantidad de casas cayéndose al suelo donde se hace más que evidente la necesidad de una restauración.

Cada día que pasa su estado de deterioro es más lamentable, tal es así que aparte de la malla de protección que tienen algunas, han optado por colocar además vallas en las aceras para evitar el riesgo que supone transitar junto a a ellas ante el peligro de desplome que presentan algunas.

La Concejalía de Urbanismo además de dejar que caduquen los expedientes que protegen nuestro patrimonio histórico, debería tomar cartas en el asunto cuanto antes y empezar por contactar con los propietario de estos inmuebles y obligar a restaurar las fachadas y caso de no hacerlo dicha acción la ejecutaría el Ayuntamiento y pasaría la factura a los dueños.

Hay una evidente pasividad por parte del Ayuntamiento de Telde, por la falta de medidas activas a través de inspecciones y sanciones para el cumplimiento de un mantenimiento -al menos de mínimos-, normalmente por entender que estas medidas de control del estado de las viviendas son anti-populares y, por tanto, contrarias a su afán de recaudar votos.

La Ley de Propiedad Horizontal establece la obligación de mantener la seguridad, estabilidad y ornato de los edificios. Los ayuntamientos pueden, a través de ordenanzas municipales, regular las condiciones de ornato y exigir la limpieza, pintura y reparación de fachadas, a ver si de una vez por todas el de Telde se pone-nunca mejor dicho- manos a la obra.