Ha quedado evidenciado que Juan A Peña, no tiene quien le asesore, y si lo tiene al final hace lo que le da la gana, ya que cuando hace estos ridículos, implica a Telde porque el representa a esta ciudad y debería ser más cauto con sus despropósitos

El pasado jueves, el alcalde de Telde, Juan A. Peña, cometió un error de bulto después de diera a conocer a través de los medios de comunicación que la empresa responsable de las jaulas marinas, le  había prohibido el acceso para realizar la inspección de las misma, dejando evidenciada su bisoñez política.

Esta prohibición de la empresa que el primer edil de Telde calificó de “inadmisible” es un capítulo más del culebrón de Peña en esta crisis marítima, el alcalde, como autoridad, debería saber que no puede entrar a una empresa privada sin permiso por el derecho a la inviolabilidad del domicilio y la propiedad privada, debiendo si no le daban permiso solicitar el acceso mediante una orden judicial para funciones inspectoras o sancionadoras, pues la regla general en una democracia es el respeto a la propiedad y al domicilio. 

Ha quedado evidenciado que Juan A Peña, no tiene quien le asesore, y si lo tiene al final hace lo que le da la gana, ya que cuando hace estos ridículos, implica a Telde porque el representa a esta ciudad y debería ser más cauto con sus despropósitos.

La garantía de los derechos de propiedad no solo beneficia a los propietarios legítimos directos; sino al conjunto de la sociedad a través del aumento de la confianza colectiva, del incentivo a la inversión generadora de empleo y de la adecuada producción de bienes y servicios para el conjunto de los ciudadanos. En definitiva, la defensa institucional de la propiedad privada es una política social justa y eficiente para todos.