Juan Antonio Peña y su grupo de gobierno mantuvieron la celebración del multievento deportivo “Día de la Actividad Física y el Deporte” el pasado sábado 28 de junio en el Parque Urbano de San Juan, a pesar de que Telde y la isla de Gran Canaria se encontraban en situación de alerta por altas temperaturas y vientos intensos

Desde Nueva Canarias Bloque Canarista de Telde queremos manifestar nuestra más enérgica condena y preocupación ante la temeraria decisión que tomó el alcalde Juan Antonio Peña y su grupo de gobierno al mantener la celebración del multievento deportivo “Día de la Actividad Física y el Deporte” el pasado sábado 28 de junio en el Parque Urbano de San Juan, a pesar de que Telde y la isla de Gran Canaria se encontraban en situación de alerta por altas temperaturas y vientos intensos.

Consideramos inadmisible que, ante una situación de riesgo advertida por los servicios meteorológicos y de emergencia, se optara por seguir adelante con una jornada que congregó a menores, mayores, familias enteras y profesionales del deporte, sin tomar en cuenta las condiciones ambientales peligrosas que podían comprometer la integridad física de las personas asistentes.

Nos alarmó, además, la falta de cobertura adecuada para un evento de esas características. Según nos trasladó personal funcionario municipal, si bien el Ayuntamiento de Telde contaba con seguro de responsabilidad civil, no disponía de un seguro específico de accidente deportivo para proteger a quienes participaron directamente en las actividades. Esta grave negligencia multiplicó la exposición al riesgo de lesiones sin la garantía mínima de atención o respaldo legal que cualquier administración responsable debería haber previsto.

Resultó especialmente revelador que el propio alcalde, Juan Antonio Peña, no asistiera al evento, eludiendo así su responsabilidad directa y dejando en manos del personal técnico y voluntario la gestión de una jornada que él mismo autorizó, a pesar de las advertencias por la alerta meteorológica. Su ausencia envió un mensaje claro: ni siquiera él estuvo dispuesto a afrontar las consecuencias de su decisión.

Fue contradictorio que desde el gobierno municipal se pretendiera vender el evento como una “apuesta firme por la salud” mientras se desoyó la lógica elemental de prevenir antes que lamentar, y se antepuso la propaganda institucional a la seguridad ciudadana.

El concejal del área, Cristhian Santana, habló de un evento “saludable, festivo y transformador”, pero lo que se transformó ese día fue la confianza de la ciudadanía en sus responsables políticos. No se pudo llamar “cohesión social” a una actividad que dividió entre quienes reclamaron sensatez y quienes antepusieron la foto a la prevención.

Lamentablemente, esta actitud negligente no fue un hecho aislado. El domingo siguiente, en plena continuidad de la alerta meteorológica por altas temperaturas, el alcalde Juan Antonio Peña volvió a poner en peligro a la ciudadanía al permitir la celebración del duatlón, otra prueba deportiva de alto esfuerzo físico al aire libre. Esta segunda imprudencia en el mismo fin de semana confirma la falta de criterio y sensibilidad de un gobierno que antepone la agenda política a la protección de la salud pública, incluso cuando los riesgos son evidentes y anunciados con antelación.

Además, es importante señalar que si este tipo de iniciativas se hubieran planificado con antelación, celebrándose antes de la finalización de la temporada deportiva de la mayoría de clubes y federaciones, y con una mejor coordinación para no solapar actividades propias de los clubes, se podría haber logrado una participación mucho más amplia y exitosa. Al mismo tiempo, se habría evitado celebrar el evento en condiciones climáticas extremas. Consideramos que la improvisación tiene estas consecuencias: baja asistencia, desorganización y, lo más grave, poner en riesgo a la ciudadanía.

Desde Nueva Canarias Bloque Canarista exigimos al alcalde Juan Antonio Peña:

1. Una explicación pública inmediata sobre las razones por las que no se suspendió ni aplazó el evento pese a la alerta vigente.

2. La asunción de responsabilidades políticas por haber expuesto a centenares de personas a riesgos evitables.

3. La revisión urgente del protocolo de seguridad en actividades municipales, con la incorporación obligatoria de seguros de accidente deportivo y mecanismos de actuación ante alertas meteorológicas.

4. Una disculpa formal a las familias y participantes, a los clubes deportivos, al personal voluntario y funcionario, por haber sido parte de una jornada improvisada, mal gestionada y peligrosa.

La promoción del deporte es fundamental, pero no a cualquier precio. Gobernar con responsabilidad implicaba también saber cuándo decir no, aunque eso no diera titulares. Por eso, más que nunca, reclamamos una Telde que ponga a su gente por delante del marketing político.