El último programa de “El Pulso”, dirigido por Juan Santana Hernández en Onda Guanche, fue un viaje completo: de la vida después de la vida al barro político de Telde y Valsequillo. Primero, la radio se convirtió en espacio de reflexión espiritual con el médium canario Felipe Henríquez; después, tomó forma de análisis crítico con la periodista Maribel Castro, que desnudó la gestión municipal en Telde y narró los entresijos de la moción de censura que está a punto de cambiar el gobierno de Valsequillo.

Uno de los asuntos más graves que expuso Maribel fue el de los vertidos en el litoral teldense, ya en manos de la Fiscalía. Señaló que existen sospechas de una posible rotura de un emisario municipal y de falta de actuación a tiempo, lo que habría afectado a playas de Telde e incluso a la costa de Mogán

Felipe Henríquez: la muerte como tránsito y la intuición como lenguaje del alma

Conectado desde Miami, tras pasar por Colombia y media América, Felipe Henríquez, médium y “comunicador del alma”, abrió el programa hablando de aquello que todos temen y pocos se atreven a mirar de frente: la muerte.

Henríquez explicó que no hubo un momento concreto en el que descubriera su don, sino que tomó conciencia, de niño, de que él percibía cosas que los demás no veían. Recordó especialmente la despedida de su abuelo en La Puntilla, en Las Palmas de Gran Canaria: mientras jugaba en la calle, vio cómo atravesaba la pared y se despedía de él en el mismo instante en que fallecía.

Entre psicólogos, algún psiquiatra y los miedos lógicos de su madre, fue creciendo con una certeza: no estaba solo, se sentía acompañado por sus guías espirituales.

El médium relató cómo uno de esos maestros, Anix, le mostró desde pequeño que su destino pasaba por viajar, impartir conferencias y ayudar a otras personas a entender la muerte y el sentido del alma. Una misión que hoy recoge también en su libro, editado por el grupo Planeta y disponible en librerías y en Amazon, donde combina:

  • una parte autobiográfica sobre su mediumnidad,
  • historias reales de personas que transformaron el duelo en conexión,
  • y una reflexión sobre los tiempos convulsos que vive el mundo y la necesidad de elevar la conciencia.

Para Henríquez, todos nacemos con intuición, que define como el “lenguaje del alma”. En sus talleres enseña a recuperar esa capacidad, a escucharla y ampliarla. Todos, afirma, estamos influidos por el mundo espiritual, aunque no seamos conscientes.

Sobre la muerte fue claro: el cuerpo no retiene el alma, pero sí deja “memorias” y vibración durante un tiempo. Habló de un periodo de transición de unas semanas, de la importancia de los guías espirituales y de la idea de que la energía no muere, solo se transforma. Los cementerios, dijo, son lugares para honrar la memoria, pero quienes nos amaron no están allí, sino a nuestro lado.

El médium compartió además episodios que le han marcado, como la sesión con una madre cuyo hijo había muerto con siete años en un avión, solo, y que encontró consuelo en un mensaje que —según Felipe— vino “del otro lado” y se vio confirmado con el paso del tiempo.

También hubo espacio para temas espinosos:

  • A los escépticos les pidió que no confundieran duda con miedo a lo desconocido, recordando que incluso el más racional ha vivido alguna vez una intuición inexplicable.
  • Del karma dijo que no es un castigo eterno, sino la repetición de aprendizajes inconclusos.
  • Y dejó un mensaje directo a los gobernantes: nadie se va “sin la cuenta sin pagar” y cada cargo tiene que decidir si trabaja para el bien común o para otros intereses.

Cuando Juan le preguntó por el futuro político y social, Henríquez habló de años densos hasta 2030, de una fuerte lucha entre el bien y el mal, pero también de una oportunidad para que la humanidad despierte y recupere el control de su destino.

Maribel Castro: Telde sin rumbo y Valsequillo al borde del cambio

Tras cruzar la frontera de lo espiritual, el programa regresó al terreno firme de la realidad municipal. La periodista Maribel Castro se sentó al otro lado del micrófono para analizar la situación de Telde y la moción de censura en Valsequillo.

Juan arrancó recordando la etapa de la anterior alcaldesa, Carmen Hernández, que logró sanear las cuentas del Ayuntamiento de Telde, “un hito histórico”, pero a costa —coincidieron— de abandonar barrios y servicios básicos, algo que la ciudadanía acabó castigando en las urnas.

Sobre el actual alcalde, Juan Antonio Peña, y sus casi dos años y medio de mandato, el balance fue despiadado. Maribel definió el gobierno como:

un gobierno sin plan de acción municipal, sin hoja de ruta ni guion para los cuatro años.

Denunció que se ha gobernado “a golpe de ocurrencia”, entre verbenas, pasacalles, Papá Noel, photocalls y redes sociales, mientras siguen sin resolverse asuntos clave:

  • el mercado municipal, aún sin abrir pese a los anuncios;
  • los aparcamiento subterráneos terminados pero sin uso y deteriorándose, como el de la zona del Poeta Fernando González, construido sin fluido eléctrico;
  • el Palacio de la Cultura, prometido e inacabado;
  • el famoso “mayor asfaltado de la historia de Telde”, convertido —dijo— en un eslogan vacío mientras las carreteras siguen llenas de baches y socavones.

Castro puso también el foco en el área de Alumbrado, con un contrato nuevo bloqueado desde hace un año en Hacienda, lo que mantiene a la ciudad con un sistema antiguo, averías constantes y apagones que se le achacan al concejal de turno, Juan Francisco Artiles, pese a tener las manos atadas.

En Educación, criticó la inacción del concejal Juan Pablo Rodríguez, con colegios en mal estado denunciados por familias y asociaciones de padres mientras el edil aparece más en fotos festivas que en la gestión diaria.

Vertidos y Fiscalía: un frente judicial abierto

Uno de los asuntos más graves que expuso Maribel fue el de los vertidos en el litoral teldense, ya en manos de la Fiscalía. Señaló que existen sospechas de una posible rotura de un emisario municipal y de falta de actuación a tiempo, lo que habría afectado a playas de Telde e incluso a la costa de Mogán.

Recordó que no es la primera vez que la política teldense se enfrenta a procesos judiciales por vertidos, citando un caso anterior en el que el exalcalde Paco Santiago y otros ediles llegaron a estar imputados, aunque finalmente absueltos. La advertencia quedó en el aire: estos asuntos pueden acarrear consecuencias muy duras para el actual gobierno.

Su conclusión sobre el mandato de Peña fue tajante: un balance pobre y un programa de diez puntos incumplido de arriba abajo.

Valsequillo: 15 meses de desgobierno y una moción decisiva

La última parte de la entrevista viajó a Valsequillo, donde el próximo martes 18 está prevista una moción de censuraque, si nada se tuerce, desalojará a Paco Atta de la Alcaldía y situará al frente del municipio a Juan Carlos Hernández Atta.

Maribel habló de un pueblo que ha vivido 15 meses de desgobierno, sin secretario, sin interventor y casi sin tesorero, con habilitados nacionales agotados por la situación. La moción, explicó, ha sido fruto de mucho sufrimiento, diálogo y paciencia.

Destacó el papel clave del concejal socialista Víctor, que aguantó presiones internas del partido a distintos niveles, pero que finalmente decidió priorizar la gobernabilidad de Valsequillo y la voluntad de sus vecinos. A su juicio, el PSOE es especialmente complejo para articular mociones de censura, por lo que considera este movimiento un doble mérito: del propio Víctor y de la agrupación local.

Castro también denunció el uso del término “tránsfugas” por parte de quienes, recordó, cambiaron de siglas sin entregar el acta en otras etapas. Y apuntó que esta será, en la práctica, una de las primeras grandes derrotas políticas de Primero Canarias sin pasar por las urnas, con un alcalde que estrena siglas casi al mismo tiempo que pierde el bastón de mando.

Del futuro alcalde, Juan Carlos Hernández Atta, destacó su perfil dialogante, humilde y trabajador. Pero advirtió: lo que recibe no es un premio, sino una “papa caliente” con apenas año y medio para desactivar problemas y llegar a las elecciones con un mínimo orden en la casa.

La despedida fue una invitación a cuidar la vida, a mirar de frente lo que viene —en este mundo y en el otro— y a seguir cada semana en sintonía con un programa que ha hecho de la verdad sin disfraz su marca de identidad.