Melenara y su costa parece haber sufrido una maldición de los responsables del Ayuntamiento de Telde en sus últimas décadas. Un núcleo que puede ser motor de una parte importante del movimiento económico está sumido en el abandono institucional. La poca actividad que se genera parte desde la iniciativa privada, y para lo único que aparecen el alcalde o ediles de jerarquía es para salir en alguna foto. La línea que forman Melenara-Clavellinas-Salinetas tiene un potencial enorme, que los munícipes de Telde ignoran o desprecian
La costa de Telde tiene un valor que los dirigentes municipales no saben valorar. La playa de Melenara continúa cerrada al baño (incluso a pisar la arena) mientras nadie sabe qué ha pasado y los peces de las jaulas siguen recibiendo alimentación de los barcos que salen de Taliarte. Aún en invierno, la playa suele ser transitada, pero hace semanas que pasear por las cercanías de la playa parece un funeral, porque a la prohibición de mojarse los pies se une la tristeza de los locales de restauración del paseo marítimo, cerrados por la desidia del gobierno municipal de no licitar a tiempo unos locales imprescindibles para la economía de la zona y soporte para muchas familias que viven de la hostelería.
Con independencia del valor comercial que la ZCA de San Gregorio aporta a Telde, la línea costera de Salinetas-Melenara-La Garita tiene una elevada cotización social. A diario es transitada (o era, hasta que llegó este desastre) por varios cientos de personas. Tiene un flujo comercial importante, desde hace semanas mermado por este incidente con un vertido del que, dicen, se desconoce su origen y por el que las autoridades locales tampoco tienen interés en saber. Al alcalde y su corte risueña les interesa más estar de jarana en jarana, fiesta por aquí y guateque por allá, que en afrontar decisiones que mejoren la vida de los ciudadanos.
En el caso concreto de Melenara y su costa, parece haber sufrido una maldición de los responsables del Ayuntamiento de Telde en sus últimas décadas. Un núcleo que puede ser motor de una parte importante del movimiento económico está sumido en el abandono institucional. La poca actividad que se genera parte desde la iniciativa privada, y para lo único que aparecen el alcalde o ediles de jerarquía es para salir en alguna foto. La línea que forman Melenara-Clavellinas-Salinetas tiene un potencial enorme, que los munícipes de Telde ignoran o desprecian. No hay un interés municipal en reclamar de Hecansa ese edificio cerrado en la playa, para la puesta en marcha de un centro de formación para el empleo en un sector servicios que siempre tiene demanda.
Acercarse a la playa de Melenara y su paseo es sumirse en sentir un abatimiento pleno. La soledad de la playa y los locales del paseo cerrados a cal y canto te trasladan aun estado de desánimo por lo que promete el escenario y la ruina en la que está convertida. Es una ruina emocional, agravada por la inacción de nuestros gobernantes. El alcalde y los concejales implicados no saben de qué va la cosa, su única misión es despejar balones y decir que «culpa del Ayuntamiento no es», y tan frescos que se quedan; son incapaces de ir un día tras otro al Gobierno de Canarias y protestar y alzar la voz para que de la ejecución del PLATECA se decidan algunos resultados y consecuencias.
No se deja pisar la arena, pero tampoco entran los tractores a generar surcos que puedan airearla y minimizar los efectos contaminantes. Entramos en una nueva semana con esperanza, en igual porcentaje entre la solución o la continuidad de la desidia El alcalde no ha mostrado el mínimo interés en abanderar la lucha por una de las playas estrella del municipio. O no es plenamente consciente de la gravedad del asunto porque vive en su mundo yupi, o quizá prefiere seguir en su entretenimiento tránsfuga y esperar órdenes de los Reyes (no Magos) a ver si alguien le alumbra.
Mientras tanto, la costa languidece, Melenara se ahoga en falta de salidas, la economía de los empresarios se resiente y los ciudadanos coleccionan desilusiones hacia unos gobernantes ineptos. Antonio Sánchez, periodista







