Especial preocupación generó el veto denunciado por el alcalde de Telde al acceso de su persona y de su equipo técnico a las instalaciones de Aquanaria. Los tertulianos quisieron dejar claro que este veto no equivale automáticamente a culpabilidad de la empresa

La reunión celebrada este viernes 12 de diciembre de 2025 en San Gregorio volvió a situar en el centro del debate ciudadano una preocupación que ya trasciende lo ambiental para convertirse en un problema político, social e institucional: la prolongada contaminación en la costa de Telde y la falta de respuestas claras tras más de un mes con las playas cerradas.

Los asistentes partieron de una premisa compartida: el alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, no es el responsable directo del origen de la contaminación. Sin embargo, el debate fue derivando hacia una conclusión cada vez más extendida entre los tertulianos y ciudadanos presentes: la demora en poner remedio y exigir soluciones empieza a convertir la inacción en una forma de corresponsabilidad política.

Durante la reunión se subrayó que una crisis de esta magnitud exige liderazgo, presión institucional y claridad. Y es precisamente ahí donde surgen las preguntas que siguen sin respuesta. ¿Por qué el alcalde de Telde no logra hablar directamente con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo? ¿No se considera lo que ocurre en la costa teldense una emergencia medioambiental o un episodio grave de salud pública?

Las comparaciones resultaron inevitables. ¿Qué habría ocurrido si una situación similar se hubiera producido en playas emblemáticas como Las Canteras o Las Teresitas? ¿Habrían pasado más de cuatro semanas con los arenales cerrados sin una reacción política contundente? En Telde, lejos de encaminarse hacia una solución, la percepción general es que el problema se agrava y se prolonga en el tiempo.

Uno de los momentos más relevantes del encuentro llegó al analizar la información aportada por los drones de la Policía Local. Según se expuso, las imágenes obtenidas ofrecen indicios suficientes como para que, a estas alturas, se hubieran asumido responsabilidades políticas o administrativas, ya fuera mediante dimisiones, ceses, investigaciones o explicaciones públicas detalladas. La mortandad detectada en las jaulas marinas y en su entorno no se percibe como un hecho aislado, sino como un episodio con impacto directo en el ecosistema costero del municipio.

También se puso el foco en la ausencia de iniciativas jurídicas y políticas de mayor alcance. Para muchos de los asistentes, un mes es un plazo excesivo incluso para los informes técnicos de organismos como el Seprona, y resulta difícil de entender que no se haya elevado aún el conflicto a instancias superiores, como el Gobierno de España o incluso organismos europeos, ni se haya acudido a los tribunales para esclarecer responsabilidades.

Mientras tanto, la economía local continúa resintiéndose. Restaurantes, proveedores y trabajadores de la zona acumulan pérdidas sin que se haya hablado todavía de compensaciones, disculpas públicas o medidas de apoyo. A ello se suma el malestar ciudadano por los olores, el deterioro ambiental y el tiempo de disfrute perdido por los usuarios de las playas y del paseo marítimo.

Especial preocupación generó el veto denunciado por el alcalde de Telde al acceso de su persona y de su equipo técnico a las instalaciones de Aquanaria. Los tertulianos quisieron dejar claro que este veto no equivale automáticamente a culpabilidad de la empresa. Nadie sostuvo tal afirmación. Lo que sí se cuestiona es la ausencia de explicaciones sobre los motivos reales de ese distanciamiento institucional en plena crisis ambiental.

A ello se sumó una cuestión que generó especial atención. Durante semanas, el propio alcalde ha manifestado públicamente que las competencias del Ayuntamiento de Telde terminan en la arena de la playa. Sin embargo, ahora es el propio consistorio el que utiliza drones municipales que documentan zonas más allá de la arena, lo que plantea una pregunta legítima: ¿dónde empiezan y dónde terminan realmente esas competencias?

Esta aparente contradicción fue entendida como un problema de falta de coherencia y de comunicación institucional, que debilita la posición del Ayuntamiento en un momento que exige firmeza, claridad y coordinación real entre administraciones.

En este contexto, los tertulianos fueron especialmente claros en un punto: el alcalde no puede, a estas alturas, recurrir a la victimización ni al dramatismo personal. La situación exige responsabilidad, liderazgo y soluciones, no gestos de autocompasión ni discursos que desvíen el foco del problema real. La ciudadanía espera respuestas y acciones, no dramatizaciones tardías.

Propuestas surgidas con crudeza y decisión

La reunión no se limitó al diagnóstico. Desde “Tertuliando desde la Resistencia en Telde”, los tertulianos plantearon propuestas concretas, formuladas con crudeza y sin ambigüedades, ante lo que consideran una situación ya insostenible:
1. Convocar de manera inmediata a todas las formaciones políticas con representación en el Ayuntamiento, para explicar con todo detalle qué ha ocurrido, qué decisiones se han tomado, quién las ha tomado y qué pasos se van a dar a partir de ahora.
2. Crear de forma urgente una Mesa del Litoral de Telde, con presencia de todas las administraciones implicadas, técnicos, responsables políticos y actores afectados, con plazos y compromisos públicos.
3. Convocar reuniones abiertas con colectivos vecinales y sociales, especialmente de las zonas afectadas, para informar, escuchar y rendir cuentas.
4. Valorar seriamente la personación en la Fiscalía para denunciar lo ocurrido y depurar responsabilidades, si las explicaciones siguen sin llegar o resultan insuficientes.

Los asistentes coincidieron en una exigencia común: información completa, sin filtros, y una solución real e inmediata. No más silencios, no más dilaciones, no más excusas competenciales.

La reunión concluyó con dos preguntas que resumen el sentir general:
¿Habrá responsabilidades políticas en todo este episodio?
Y, sobre todo, ¿ha hecho el alcalde de Telde todo lo posible para defender a los ciudadanos de su municipio?

Desde “Tertuliando desde la Resistencia en Telde”se insistió en que estas preguntas no buscan desgastar a nadie, sino forzar respuestas y decisiones. Porque cuando una crisis se alarga sin explicaciones convincentes, la duda deja de ser técnica y pasa a ser política.

Y esa duda, hoy, sigue abierta.