Resulta demasiado frecuente escuchar a los políticos responsables, esgrimir engañosas justificaciones para eludir su responsabilidad sobre las actuaciones pasadas, al tiempo que se esconden tras titulares tan interesados como improductivos

Después del conejo ido, palos a la madriguera, el refrán expresa con ironía que las oportunidades hay que aprovecharlas cuando llegan, de nada sirve lamentarse luego. Es inútil querer poner remedio ahora cuando cuando el daño ya está hecho a los vecinos y empresarios del barrio de La Pardilla.

Hace ya más de un mes y de forma aleatoria se cerró el acceso al barrio de La Pardilla desde la GC-1, los vecinos han hecho oír su voz allá donde han podido, no solo por el cierre de la entrada y salida a su barrio, sino por como se ha hecho, sin contar para nada con los ellos.

La pasada semana una nota de prensa del gabinete de comunicación del Ayuntamiento de Telde, informaba que “se ha abierto un canal de diálogo directo con vecinos y empresarios de La Pardilla para abordar el impacto del reciente cierre del acceso desde la GC‑1 al barrio. La medida, de carácter técnico, ha generado preocupación en la zona, especialmente entre los comercios, que ya reportan una caída significativa en sus ventas”.

Bueno la verdad es que tanto el alcalde, Juan Antonio Peña, como el concejal de Vías y Obras, Iván Sánchez, tenían que haber actuado con más diligencia, antes de que cerraran esa vía de comunicación, ahora van a rebufo, reuniéndose con los empresarios y con los vecinos para volver no se que nueva mesa técnica donde se analizarán posibles soluciones.

El problema no lo tienen ni el Alcalde ni el Concejal, son los vecinos de La Pardilla, San Antonio, Caserones, San Juan, Jinámar e incluso Valsequillo, los que se han quedado dejados de la mano de Dios pendientes de lo que decidan ahora el Cabildo y Gobierno autonómico.

Ha faltado liderazgo por parte del alcalde Juan A.Peña, y los vecinos alegan orfandad, una actitud de imposición y falta de respeto hacia sus derechos como ciudadanos 

Resulta demasiado frecuente escuchar a los políticos responsables, esgrimir engañosas justificaciones para eludir su responsabilidad sobre las actuaciones pasadas, al tiempo que se esconden tras titulares tan interesados como improductivos.

Juegan casi siempre al despiste, pero la papa caliente la tienen unos vecinos teldenses a los que de la noche a la mañana se ha hurtado la entrada y salida directas desde la GC-1 a su barrio por parte del Cabildo de Gran Canaria.