Los vecinos han alzado la voz y mostrado su indignación por la nula presencia de los representantes políticos municipales durante la procesión de San Pedro, una de las ocasiones en que los moradores aprovechan para disfrutar y fomentar la convivencia, y han tenido que sufrir el desaire de la ausencia de los concejales

El pasado domingo tenía lugar lugar la procesión de San Pedro, en Ejido, un barrio que aunque no lo parezca también pertenece a Telde.

Los vecinos han alzado la voz y mostrado su indignación por la nula presencia de los representantes políticos municipales durante la procesión de San Pedro, una de las ocasiones en que los moradores aprovechan para disfrutar y fomentar la convivencia, y han tenido que sufrir el desaire de la ausencia de los concejales, quizá dicen en plan jocoso, “porque se avergüenzan de como tienen el barrio lleno de socavones”

Un auténtico desprecio a este barrio obrero de Telde, que después de realizar un trabajo en la organización de las fiestas, se encuentra con el vacío de los cargos políticos a los que pagan el sueldo. Esto lógicamente desmotiva y es una falta de respeto a los organizadores que deberían contar con todo el apoyo del Ayuntamiento porque trabajan altruistamente.

El concejal de Festejos, Miguel Rodríguez Marchena, se ha cubierto de gloria este fin de semana, primero en La Higuera Canaria luego en El Ejido, y es que lo menos que se puede pedir a un cargo público es que cumpla con su responsabilidad, que para eso cobra y este mes, sueldo y paga extra.

Lo de este domingo ha sido totalmente un despropósito y una falta de respeto, para con estos dos barrios, si ya están cansados en mitad del mandato nos quedan dos años de terror.