El medio oficial del grupúsculo y manejado a su antojo por los ‘king brothers’ está desatado disparando sin criterio a todo lo que se mueve. El propio alcalde recibe estopa, pero también su entorno más estrecho (laboral y personal). Algo va mal en el camarote de los hermanos Max, tanto, que la única defensa inquebrantable que le queda a Peña, es la web financiada por Gestel (le va en el sueldo)
El clan familiar que gobierna Telde ha entrado en pánico. El mundo rosa de hace unos meses se torna gris y lleno de peligros para las atormentadas cabezas pensantes de esa formación semi marginal. La caza de brujas ha empezado y no parece tener fin. Nadie se fía de nadie, todos son sospechosos de algo. La criba iniciada con los ceses del asesor David Medina y el jefe de gabinete, Ángel García, ha oficializado algo que se intuía hace tiempo. Ciuca está en guerra civil.
El medio oficial del grupúsculo y manejado a su antojo por los ‘king brothers’ está desatado disparando sin criterio a todo lo que se mueve. El propio alcalde recibe estopa, pero también su entorno más estrecho (laboral y personal). Algo va mal en el camarote de los hermanos Max, tanto, que la única defensa inquebrantable que le queda a Peña, es la web financiada por Gestel (le va en el sueldo).
Desde que Daniel Reyes adelantara por la derecha y se hiciera con la presidencia dinástica del partido (en otra jugada diabólica con el sello de su progenitor), dejando con un palmo a Peña, las cosas han ido de mal en peor. En el partido ya no hay un mando único ‘grande y libre’, ahora hay facciones: ‘Peñistas’ o ‘Reyistas’.
Peña se lo ha creído, ya no camina, levita por las calles de San Gregorio como si fuera el Papa besando a ancianas y niños por doquier mientras la plebe lo aclama. No le tose nadie, ni en su partido (donde le han cogido miedo), ni en el gobierno, donde aplican aquello de Churchil de “cuerpo a tierra que vienen los nuestros” a ver si pasan desapercibidos.
Tal vez los cantos de sirena de Teodoro Sosa y Pablo Rodríguez han embriagado aun más a nuestro alcalde ‘superstar’ situándolo por encima del bien y del mal. Con este escenario es fácil prever que a la vuelta de las vacaciones van a seguir rodando cabezas en el entorno ciuquero, donde todo sea dicho de paso, la vagancia e ineptitud ha sido la norma.
Ciuca es un partido de oposición, no sabe gobernar, lo ha demostrado en todas las ocasiones que ha tocado poder y ahora se están matando entre ellos. La inexistente oposición de Telde está de suerte.
Florentino López Castro, formado en periodismo por la Universidad Internacional Isabel I de Castilla y es director de ONDA GUANCHE