El gobierno de Carmen Hernández no ha sabido aprovechar el tirón que tuvo en los primeros años la Feria de la Naranja, y en sus siete años de gobierno ha ido en declive. Parece ser que sus ediciones pasadas ya anunciaban lo que podía suceder si no tomaban un cambio de rumbo. Finalmente pasó

La Feria de la Naranja de Telde ha ido perdiendo fuelle en los últimos años, llegando a esta edición 2022 a la más desastrosa de todas. Con una inversión de 16.000 euros en un solo día, el área de Agricultura no supo gestionar un acto que resultó aburrido, sin atractivos y con poca afluencia de gente. No superó las 100 personas en su momento más álgido. La clave de esta falta de convocatoria se debe a la falta de publicidad del acto y a las ediciones anteriores, centradas en cambios de ubicaciones y no ser nada atractivas. Además, Servando González, titular del área, también muestra desánimo en su gestión. Hay que recordar las recientes fiestas de San Gregorio y lo bochornosas que resultaron. 

Poco público, poca oferta y prácticamente nada atractivo para el público asistente. Agrupaciones folclóricas que intentaron dar lo mejor de sí, al igual que los agricultores, que se marcharon a sus casas con lo mismo que llevaron, prácticamente, ya que apenas vendieron algunos kilos de naranjas. Hay que tener en cuenta que en la mayoría de este tipo de ferias, casi todos los productos se venden en cuestión de horas. En Telde ha sido lo contrario, se marcharon con pocas ventas y con la mayoría de kilos de vuelta a casa. 

El gobierno de Carmen Hernández no ha sabido aprovechar el tirón que tuvo en los primeros años la Feria de la Naranja, y en sus siete años de gobierno ha ido en declive. Parece ser que sus ediciones pasadas ya anunciaban lo que podía suceder si no tomaban un cambio de rumbo. Finalmente pasó. 

Los 16.000 euros invertidos han ido a parar a una empresa por la organización, una responsabilidad que apenas se notó en la jornada de este domingo, ya que el peso de todo lo llevaron los propios agricultores. www.ondaguanche.com