Pronto comenzarán en Valsequillo las “Tertulias del Pilar”, un espacio abierto donde los vecinos, especialmente aquellos que ya tienen “una edad” pero ni son gandules ni han perdido la ilusión de ver avanzar su pueblo, se reunirán para reflexionar, proponer, debatir y, por qué no, señalar con el dedo (metafóricamente) los errores del gobierno municipal

La plataforma ciudadana “Tertuliando desdea Resistencia” en Telde ha cruzado las fronteras municipales (sin pasaporte, pero con mucho descaro) y ha aterrizado este viernes en Valsequillo. ¿El motivo? Apoyar y animar a los vecinos que, con más paciencia que el santo patrón del municipio, llevan tiempo soportando un gobierno que parece más interesado en la siembra de titulares que en la cosecha de soluciones.

En una reunión improvisada —pero cargada de intención política, ironía afilada y algún que otro dulce fuera de temporada—, los miembros de “Tertuliando desde la Resistencia” se encontraron con los ciudadanos de Valsequillo que empiezan a decir en voz alta lo que antes solo se mascullaba en las panaderías: “Esto no puede seguir así”.

Con un tono que mezclaba el activismo con la sátira, los asistentes repasaron la gestión del actual gobierno municipal: promesas que no germinan, obras eternas que ya cotizan como patrimonio arqueológico y una transparencia tan densa que ni con linterna se ve el presupuesto.

Entre risas cómplices y análisis políticos al estilo de sobremesa con café cargado, alguien deslizó la palabra prohibida, casi como si recitara un conjuro: moción de censura. Y entonces, sí, se hizo el silencio. El tipo de silencio que solo se escucha cuando alguien, por fin, dice lo que muchos piensan.

Desde “Tertuliando desde la Resistencia”se ofreció “apoyo moral, estratégico y, si hace falta, memes con retranca”, porque no hay revolución vecinal sin buen humor. La moción de censura no es solo una posibilidad aritmética, es, según se dijo, “un acto de dignidad democrática ante la incompetencia en bucle”.

“El problema no es que no gestionen, el problema es que ya no disimulan”, soltó uno de los asistentes.

Pero la chispa ciudadana no se apaga aquí. Pronto comenzarán en Valsequillo las “Tertulias del Pilar”, un espacio abierto donde los vecinos, especialmente aquellos que ya tienen “una edad” pero ni son gandules ni han perdido la ilusión de ver avanzar su pueblo, se reunirán para reflexionar, proponer, debatir y, por qué no, señalar con el dedo (metafóricamente) los errores del gobierno municipal. Porque la experiencia es un grado… y también un micrófono cuando se trata de poner los puntos sobre las íes.

La reunión concluyó con abrazos, alguna propuesta seria y la sensación de que algo se mueve en Valsequillo. Puede que no haya aún mayoría para tumbar al gobierno local, pero lo que sí hay es algo que da más miedo que los votos: ciudadanos despiertos, organizados y con sentido del humor.

Y eso, amigos, no lo para ni el discurso más institucional del mundo.