El ambicioso programa, lanzado con bombo y platillo, prometía acabar con los baches históricos de la ciudad, activar inversiones postergadas y devolver el pulso a barrios castigados por años de olvido. Sin embargo, a día de hoy no se ha ofrecido ninguna explicación oficial sobre su estado. En lugar de dar cuentas, la última decisión de la Junta de Gobierno ha sido aprobar una nueva inversión, esta vez para renovar los semáforos de todo el municipio
“Tertuliando desde la Resistencia en Telde” ha vuelto a levantar la voz ante lo que considera un “desgobierno maquillado de marketing” por parte del Ayuntamiento. En su último encuentro semanal, los integrantes de este colectivo —conocido por su tono crítico, irónico y comprometido con la ciudad— denunciaron el estado de parálisis en que se encuentra el plan “Terminar Telde”, anunciado hace veinte meses por el grupo de gobierno como una solución definitiva al deterioro urbano y a la inacción política.
“Una cosa es querer terminar con Telde —como concepto publicitario y con luces de neón— y otra muy distinta es terminar Telde —con proyectos sin ejecutar, calles abandonadas y vecinos perdiendo la paciencia—”, resumen desde la Plataforma.
El ambicioso programa, lanzado con bombo y platillo, prometía acabar con los baches históricos de la ciudad, activar inversiones postergadas y devolver el pulso a barrios castigados por años de olvido. Sin embargo, a día de hoy no se ha ofrecido ninguna explicación oficial sobre su estado. En lugar de dar cuentas, la última decisión de la Junta de Gobierno ha sido aprobar una nueva inversión, esta vez para renovar los semáforos de todo el municipio.
“¿Y el plan anterior? ¿Está en una rotonda? ¿Lo archivaron con las luces fundidas?”, se preguntan con mordacidad desde “Tertuliando desde la Resistencia en Telde”
La crítica también alcanza al proyecto de asfaltado de 300 calles, anunciado a bombo y platillo en redes sociales por el propio alcalde, en lo que muchos recuerdan como “una promesa milagro”. La realidad, aseguran, es muy distinta: “las máquinas están paradas, nadie sabe cuántas calles se han asfaltado realmente y los baches reaparecen como si fueran zombis de película”.
Además, enumeran una larga lista de obras e infraestructuras que siguen sin ver avances: el aparcamiento de San Gregorio, el de Melenara, parques degradados, aceras remendadas y un Mercado Municipal en ruinas que parece más un decorado que un espacio público vivo.
Y lo que no se ha empezado, continúa esperando en forma de proyecto en PowerPoint, aseguran, al tiempo que se acumulan nuevas promesas “que ya suman dos años de mandato sin logros palpables”.
También se cuestiona el olvido del litoral de Melenara, donde los locales comerciales situados junto a la playa —antiguamente llenos de vida— permanecen cerrados, salvo el balneario, la biblioteca y el puesto de vigilancia. “Qué pena. Nadie dice nada, ni soluciones, ni propuestas. Esos locales fueron durante años el alma y la vida de la playa y hoy todo ese lugar parece un funeral”, denuncian. La Plataforma interpela directamente a la concejala de Playas del Partido Popular: “¿Qué piensa de esto nuestra querida ‘mis banderas’? ¿Qué hace para que vuelva la actividad a la playa? Claro, antes tendrá que resolver el asunto de los aparcamientos. ¿Para cuándo la reunión con los propietarios del terreno?”, preguntan, entre ironía y reclamo.
La falta de conectividad digital también aparece en el diagnóstico. En 2025, la fibra óptica sigue siendo un lujo en algunas zonas del municipio: “Hay quien puede ver Netflix en 4K, y a tres calles hay quien sube a la azotea para rascar una rayita de cobertura”.
Uno de los momentos más punzantes de la tertulia fue la mención al concejal de Vías y Obras, cuya escasa presencia institucional no ha pasado desapercibida. “Tiene jornada reducida y presencia ampliada en su despacho profesional, en actos de partido y en viajes al Congreso del PP. Hay vecinos que, por error, han recibido en sus correos proyectos privados en lugar de respuestas municipales. El cruce de funciones ya no se disimula: lo público y lo privado bailan pegado”.
La Plataforma cierra su comunicado con una petición directa: “Telde no necesita más eslóganes, necesita hechos. Si de verdad van a cambiar los semáforos, que al menos lo hagan en verde, porque esta ciudad necesita avanzar. Sin más rodeos. Y con luz verde”.
“Tertuliando desde la Resistencia en Telde” seguirá, aseguran, combinando el humor, la crítica y el compromiso con una ciudad que merece mucho más.