La edil Idaira Afonso de Martín, considera que la extensión de esta práctica está generando conflictos con las personas que transitan estos espacios, entorpece la accesibilidad, en especial para las personas con problemas de visión, además de provocar quejas de ruidos o por el humo del tabaco. “En el caso de la calle Heraclio Sánchez nos han trasladado la queja por situarse a ambos lados de la vía, dejando un paso estrecho entre las dos zonas de restauración”, asegura
Idaira Afonso de Martín, concejala y coportavoz de Unidas se puede en La Laguna, registró esta semana un escrito dirigido al área de Urbanismo en el que solicita ampliar los controles sobre la ocupación de suelo público en zonas peatonales por mesas y sillas de cafeterías y bares.
La edil considera que la extensión de esta práctica está generando conflictos con las personas que transitan estos espacios, entorpece la accesibilidad, en especial para las personas con problemas de visión, además de provocar quejas de ruidos o por el humo del tabaco. “En el caso de la calle Heraclio Sánchez nos han trasladado la queja por situarse a ambos lados de la vía, dejando un paso estrecho entre las dos zonas de restauración”, asegura.
Afonso entiende que se trata de un fenómeno que “desvirtúa el sentido de proyectos novedosos como el de Heraclio, donde impulsamos recuperar miles de metros cuadrados de suelos, usados hasta 2020 preferentemente para los coches, y destinarlos a las personas”. Desde Unidas se puede afirman que “se está permitiendo privatizar zonas amplias de vía pública para una actividad que debe estar mucho más regulada en extensión y garantizar la plena accesibilidad, además de la seguridad”.
Para la representante política, ese proyecto, impulsado por el área de Movilidad Sostenible, que llevaba su formación en el pasado mandato, en colaboración con Urbanismo y Comercio, es un ejemplo que debe seguir replicándose, “con unos 100.000 euros de inversión se logró dinamizar una zona, mejorarla y facilitó que más de once comercios abrieran sus puertas en el lugar en menos de un año”. A pesar de ello creen que hay que poner coto para no “morir de éxito”, apuestan por limitar la extensión de las terrazas, ampliar el coste de las mismas, haciendo un mayor control de las existentes. Creen que “no podemos usar el suelo público para el negocio de unos pocos y no se debe poner como requisito que sentarte en la calle tenga un coste”.
La concejala defiende el urbanismo táctico, es “una vía de bajo coste para dar una mejor calidad de vida a los vecinos y vecinas, para hacer espacios urbanos más seguros y saludables, pero no debe ser una excusa para no atender las partes que estaban previstas y no se ejecutaron desde el área de Obras”. Al igual que el equipo de Salvador Rueda, que lideró el Modelo de Desarrollo Sostenible, la formación lagunera apuesta por el uso del urbanismo táctico, donde por mucho menos de la mitad de lo que cuesta una peatonalización convencional, entendiendo que “se logra un fin positivo”, aunque afirman que, para concluirlo, además de diferenciar estéticamente el espacio, deben dotarse las zonas con espacios de descanso como bancos, zonas de juego, además de puntos verdes, que no se concluyeron. “La alternativa de que la única zona donde sentarse sea de pago, no puede ser una opción generalizada, ya que excluye a muchísima gente, eso simplemente no es progresista ni positivo”, concluye.