Ha resultado tragicómico poner como segunda del partido a Carmen Hernández, la culpable de que se perdiera la plaza de Telde y con ello la sangría de votos y desgracias que le han caído desde entonces a esta organización, son cosas que no se comprenden y lo único que puede decirles es, “con su pan se lo coman” van directos al abismo
Con la debacle acontecida en las elecciones locales de 2023, con la marcha de muchísimos miembros a la formación política, “Canarias lo primero”, de Teodoro Sosa, una creía que Nueva Canarias había aprendido la lección e iba a actuar cual cirujano cortando por lo sano todo aquello que les había enterrado políticamente.
Román Rodríguez y Carmelo Ramírez, habían asegurado que se retirarían de la primera línea de la política, pero nuestro gozo en un pozo, Román aparece como secretario de Estrategia, Programa y Formación, que será quien defina la política de Nueva Canarias y Carmelo Ramírez, asume la secretaría de Solidaridad, lo que le permitirá seguir con su activismo rancio y caduco propolisario.
Ha resultado tragicómico poner como segunda del partido a Carmen Hernández, la culpable de que se perdiera la plaza de Telde y con ello la sangría de votos y desgracias que le han caído desde entonces a esta organización, son cosas que no se comprenden y lo único que puede decirles es, “con su pan se lo coman” van directos al abismo.
Todo sigue igual, o peor el congreso celebrado en el Cicca, solo ha servido para dar la razón a lo que aseguraba Teodoro Sosa, no están en la presidencia pero siguen dirigiendo el partido una “renovación maquillada”, es como si se hubieran conjurado para hacer una implosion de Nueva Canarias.
Han perdido en este VI Congreso la oportunidad de salvar los restos del naufragio, lejos de eso han optado por permitir que Román Rodríguez siga dirigiendo la orquesta hasta que a el le de la realísima gana, la anunciada renovación de Nueva Canarias se ha esfumado y con ella la oportunidad de cual ave fénix, renacer de las cenizas.
En política hay que saber retirarse a tiempo y la continuidad de Román Rodríguez y Carmelo Ramírez, certifica la muerte política de Nueva Canarias. Maribel Castro Melian; directora de canariasinformativa.com
El cáncer metastásico de los partidos políticos «todos» es, no hacer renovaciones en tiempos y forma, además de tener sus órganos internos como papel mojado.
La endogamia y el desprecio a los verdaderos representantes de los partidos que son sus afiliados, son a la larga la muerte de estos, por no hablar del endiosamiento de quienes creen que son insustituibles por décadas de sus poltronas. Es mi opinion