El Partido Socialista traiciona a un pueblo que le votó mayoritariamente en las elecciones generales.
Ángel Víctor Torres se arrodilla ante Teodoro Sosa
El desencanto en Valsequillo es generalizado.Mientras se van conociendo los movimientos de los distintos partidos en las cloacas del chantaje y la indecencia política, el PSOE Insular pone a Víctor Navarro en manos del nuevo mesías de la política insular de baja estofa.
Nos consta que en Valsequillo la situación se puede volver insoportable para un concejal que ha estado impulsando desde el primer momento la unidad de acción para acabar con la nefasta gestión de Francisco Atta al frente del gobierno municipal.
La sorpresa por el cambio de postura inesperado del edil socialista está pasando de la incredulidad a la decepción y al enfado generalizado de todas las fuerzas opositoras del arco plenario. Sin embargo, no ha sido un rechazo a la persona de Víctor Navarro, sino hacia la actitud cobarde de los dirigentes del Partido Socialista, que recordemos fué el más votado en Valsequillo en las pasadas elecciones generales.
La respuesta del PSOE con Valsequillo está siendo miserable y mezquina al usar al municipio como moneda de cambio para mantener la mayoría en el Ayuntamiento de Las Palmas de GC, un desafío que puede traer consecuencias irreparables para los tránsfugas de Teodoro en otros Ayuntamientos de la isla y para él mismo en el Cabildo Insular.
Mientras las fuerzas opositoras en Valsequillo se muestran esperanzadas en que se reconduzca la situación y el PSOE no ceda al chantaje de Teodoro Sosa, los socios de gobierno de los socialistas, Valsequillo Plural, han recordado que existe un acuerdo y un compromiso previo entre las partes por el que, si algo así sucedía, Víctor Navarro debería entregar su acta.
En estos primeros momentos de desconcierto somos comprensivos con la reacción de Víctor Navarro, dado que no se trata, según nuestra información, de que sea una postura inamovible sino una decisión que se debe madurar en el seno de su partido y que la decisión final debe ser debatida y consensuada, por lo que necesita algo más de tiempo para, públicamente, dar una explicación en un sentido o en otro.
La confianza en la honestidad de Víctor Navarro debe seguir intacta hasta que se agoten todas las posibilidades.
El edil socialista es consciente de lo que siempre dijo: «Valsequillo es mi pueblo, es mi gente y es mi prioridad. Si mi partido me obliga a actuar en contra de mis principios y en contra de mi pueblo, dimitiré con todas las consecuencias».
Aunque el momento de cumplir su palabra parece haber llegado, creemos que este asunto aún no está cerrado y que desde el partido de Ángel Víctor Torres es muy posible que tengan que asumir próximamente una dimisión absolutamente innecesaria.
Seguir como concejal, sin el apoyo de nadie y con una ruptura inevitable con su socio de coalicion, no sería viable para una persona con la sensibilidad, la bondad y la humanidad de Víctor Navarro. Soportar dos años de infierno sabiendo que luego desaparecerá políticamente, no hay cuerpo que lo aguante. Y además, con su palabra empeñada.
O su partido retoma la situación y se enfrenta al órdago de Teodoro Sosa en el Ayuntamiento de Las Palmas, o Víctor Navarro, muy a su pesar, terminará dimitiendo. Lo peor de todo es que ya será demasiado tarde para enderezar el rumbo en Valsequillo y el sacrificio hecho habrá sido inútil. El castigo que recibirá de su pueblo podría ser durísimo y nunca lo olvidará aunque su partido «le premie» con buen un cargo político en otra parte.
De momento, la situación se puede reconducir. No hay mucho tiempo, pero sí el suficiente.
Ojalá Valsequillo no salga perdiendo otra vez… Antonio Sosa Robaina es vecino de Valsequillo