Curiosa paradoja tratándose de una asociación que “cuida a la mujer”, y su existencia consiste en “dar apoyo integral”, pero, por el contrario, no apoya, cuida y protege a su personal, exponiéndolo a malas e injustas vivencias, razón por la que se les ha condenado

La Asociación feminista, radicada en Telde, “A ti mujer” ha sido condenada por mala praxis con una trabajadora de su propia plantilla a la que despidió de forma improcedente y ahora tiene que readmitir. Por eso, a escasos días del 8 de Marzo, día Internacional de la Mujer y la lucha por sus derechos, damos visibilidad a la situación vivida en la Asociación A ti Mujer de Telde condenada por el Juzgado por una “mala praxis” con una trabajadora de su propia plantilla.

Esta condena pone en evidencia lo que son los “chiringuitos feministas”, ese invento según el cual hay un montón de vagas sin oficio que cobran enromes e injustificadas subvenciones y pagas, para luego permitirse el lujo de pasar por encima de los derechos laborales de una compañera.

Este y otros chiringuitos, viven por y para el negocio feminista, puesto que la inmensa mayoría de este dinero público no se destina realmente a proteger y asistir a las víctimas de maltrato, sino que sirven para alimentar nuevas burocracias políticas y asociativas de un marcado perfil ideológico.

Curiosa paradoja tratándose de una asociación que “cuida a la mujer”, y su existencia consiste en “dar apoyo integral”, pero, por el contrario, no apoya, cuida y protege a su personal, exponiéndolo a malas e injustas vivencias, razón por la que se les ha condenado.

La citada Asociación de Mujeres, cuenta con un local que pagamos los teldenses, y recibe cuantiosas subvenciones tanto municipales como cabildicias y del Instituto Canario de la Mujer

Estoy convencida de siempre y con este despido improcedente, hoy más que nunca que la única limitación para la mujer (y para cualquier persona) es la que se imponga ella misma y así se lo expliqué desde pequeña a mi hija. Nadie sensato deja escapar un talento porque lleve faldas o corbata, . Y me gustaría ilustrar este pensamiento con una frase de Eleanor Roosevelt porque me parece atinadísima en general y, en particular, en lo que atañe a la mujer:  “Nadie te puede hacer sentir inferior sin tu permiso”