Eloy Santana, concejal del Vías y Obras, declara que «todas las obras tienen imprevistos», y echa la culpa a Costas de “no primar la accesibilidad”, pero se hace el loco acerca de la denuncia del PP, a la que no hicieron ningún caso con la arrogancia de siempre y que les ha costado la orden “in extremis” de derribo
Una nueva “chapuza “ saca los colores al Gobierno de Telde, al tener que ejecutar la orden de derribo de un muro que linda con la arena de la Playa de Melenara. La Demarcación de Costas ha ordenado esta actuación tras comprobar por una denuncia del Partido Popular que el Ayuntamiento había ejecutado la pared en un espacio marítimo protegido, por lo que ahora están obligados a llevar a cabo su demolición y efectuar el retranqueo.
Esta “machada” del ayuntamiento que desoyó las críticas del PP teldense, supone que unas obras que debían concluir el pasado abril, se tengan que prolongar varios meses más.
Los empresarios están que trinan, no solo han de soportar el incesante ruido de las máquinas, la polvareda que produce la obra, sino la pérdida de plazas de aparcamiento supone una incertidumbre tremenda para la hostelería, ya que el uso de una de las parcelas municipales de la avenida marítima para la edificación del parque urbano y y el cierre repentino del aparcamiento de telde, (que es de propiedad privada) suponen un duro hándicap para la restauración.
Eloy Santana, concejal del Vías y Obras, declara que «todas las obras tienen imprevistos», y echa la culpa a Costas de “no primar la accesibilidad”, pero se hace el loco acerca de la denuncia del PP, a la que no hicieron ningún caso con la arrogancia de siempre y que les ha costado la orden “in extremis” de derribo.