El busto homenaje al pintor teldense, José Arencibia Gil, situado en la plaza de San Gregorio de Telde, es una muestra más del “cariño” que el grupo de gobierno de Telde, tiene por el patrimonio municipal.

Sin gafas casi desde su inauguración por el vandalismo imperante, la obra realizada por su hijo, el escultor recientemente fallecido, Luis Arencibia, pasa por sus peores momentos, con la peana destrozada da una imagen muy triste del poco interés que se tiene por preservar nuestro patrimonio.