Juan Dávila-García. Radiotelegrafista del Estado

En el año 1940 se fundó en Guía de Gran Canaria el Club de Lucha Canaria Ajodar, fundación que llevó a cabo Don Francisco León Padrón, insigne guiense, que fue durante bastante años Juez Vitalicio del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción existente en nuestro pueblo, asistido como secretario por Don Estebán Sosa Molina y como mandador y entrenador Don Vicente  Román. Entre los palmares obtenidos por este equipo de luchas, tiene uno muy significado como fue derrotar al Real Hespérides de La Laguna, liderados por Leoncio de la Rosa conocido por Carampín, Pepe Ramallo, Capitanito y otros exitosos luchadores, en dos agarradas consecutivas los días 15 y 16 de agosto de 1946, con motivo de las Fiestas de la Virgen de Guía, algo que no había conseguido ningún otro club grancanario, entre estos el Adargoma –club decano-, Tumbador o los Guanches de Arucas-“.

El Ajodar inició su singladura en el ejercicio de nuestro vernáculo deporte con una serie de –atletas- todos naturales de Guía, destacando entre estos, Víctor Almeida o “el artillero”, Salvador Díaz o Pollo de Anzo, Manuel González o Lito el Guajiro, Juan y Valentín Cruz, Santiago Moreno o Cubano I, Santiago Almeida o Cubano II, José Álamo o Seito, Bartolomé Oliva, El Meña, etcétera.

ANTECEDENTES.- A finales del siglo XIX, ya nuestro pueblo disponía de una gran pléyade de insignes bregadores, destacan entre estos, los hermanos Bernardo y Basilio Ramírez, Manuel Estévez o Pollo Reina, del que se decía que tronchaba una platanera con su fuerte –burra-, los hermanos Manuel, Severo y Siso González, Juan Ossorio conocido por Juan Pina, Manuel González conocido por Vitorino, Chano Padrón o Pollo de Guía, Tomás Guerra, etcétera.

Relacionado con Chano Padrón existe una anécdota simpática por su contenido como se verá, nuestro paisano considerado en aquellos años como –imbatible-, solía pasear a caballo por toda comarca, un día que regresaba de Moya, observó que en una charca seca habían varios jóvenes luchando, se acercó hasta la misma por curiosidad y les preguntó, “-para qué se entrenan con tanto ahínco-“, y le contestaron “-queremos ir a Guía a derrotar a Chano Padrón-“, este les dijo “-puedo echar una mano-“, adelante le dijeron, se equipó y avanzó hacia el centro de la charca, agarrando con los cinco a los cuales derrotó sin hacer mucho esfuerzo, los jóvenes mosqueados le preguntaron ¿quién es usted? y este les contestó soy Chano Padrón, estos avergonzados salieron de la charca sin ni tan siquiera despedirse de Chano.

Otra anécdota fue la surgida a raíz de una agarrada entre Juan Pina y Mandarrias, el guiense apenas medía 1,60 por casi 1,97 del galdense, me comentaban sus compañeros que el nuestro le había cogido –el tranquillo- al espigado Mandarrias, y siempre lo derribaba llegando hacer el –pino- con él. Juan Pina era herrero de profesión y la fortaleza de sus brazos no tenían parangón entre el resto de sus compañeros, y siempre que pegaba con luchadores más altos que él, les luchaba bajo casi al ras de suelo, -usando mañas como el desvío, toque para atrás, traspiés-.

Bartolomé Cairasco de Figueroa (1536-1610) introduce escenas alusivas a la lucha canaria en su “-Comedia del Recibimiento-“, interpretando endeca silábicamente paisajes de la Historia de Canarias, poniendo en boca de Doramas el siguiente parlamento:

“… siempre gané la victoriosa palma… De sólo de Bentaguayre en un asalto fui vencido en la fuerza, no en el brío… Bien es verdad que fue de sobresalto, inadvertido yo del desafío…”

Por otra parte, las versiones canarias del romance medieval “La Serrana de la Vera” presentan la particularidad de incorporar estrofas alusivas a la lucha…, ausentes en las peninsulares compiladas hasta la fecha. No lucha en abstracto, sino Lucha Canaria.

“Me desafía a luchar… Me larga la zancadilla… Yo me agarraba con ella… Ella me daba un desvío… Le volví media cadera… Ni ella me tumbaba a mi… ni yo a ella”.

Con motivo de festejar el nacimiento del rey Felipe II, se celebró en La Laguna a instancias del Adelantado, según se puede leer en las actas correspondientes:

“… que se provea de luchadores y que para la lucha se pongan seis varas de raso o damasco. El luchador que venciera a tres luchadores, dando a cada uno dos caídas sin que recibiera ninguna, que gane dos varas de la dicha seda, y como uno haya caído dos veces  que no luche más…”

La lucha y a tenor de todo lo apuntado, que “hay usos y costumbres, que ni las leyes, ni la civilización, ni el espíritu de reforma  podrían desterrar nunca”. Respuestas más que evidentes que quienes afirmaban por aquella época, la bárbara y perjudicial costumbre de luchar en estas siete islas atlánticas.    

Transcurrida más de una década, los ecos del bando municipal, fruto del acuerdo tomado por el Ilustre Ayuntamiento de la ciudad de Telde, que manifestaba:

“… siendo tan perjudicial para la salud de la juventud, y de toda persona, la diversión bárbara de la lucha, juego prohibido por las leyes…, a todo el que se coja en la concurrencia, fomentando y autorizando semejante desorden, será castigado…”

La lucha canaria a pesar de todos estos despropósitos, encuentra acomodo en una revista semanal de literatura y arte, publicada en Santa Cruz de Tenerife, y que se expresaba de la forma siguiente: “una plaza llana sin asientos ni preparativos en campo raso y al aire libre”.

     Espontaneidad, improvisación, libertad o casi anarquía. Pero no, allí estaba el alcalde y los milicianos y prevalece, por tanto, el orden. Nos referimos para empezar, a una lucha corrida, donde atletas –dotados de una extraordinaria fuerza muscular, y de una gran experiencia en el “arte”, derriban hasta quince adversarios-.

Con el objeto de desmitificar la inusitada barbarie como se describe a la Lucha Canaria, surge un nuevo vocablo arte, o el conjunto de suertes y mañas, figuras técnicas, movimientos, confluyen para denominar a nuestro vernáculo deporte, como inconfundible patrimonio histórico, artístico y cultural, la más exacta definición donde la técnica y el estilismo, es sinónimo de nobleza, que es una de las bases donde se asienta nuestra lucha desde sus inicios, como así la cita Abreu y Galindo.

A mediados del año 1868 había tenido lugar una gran luchada, en Guía de Gran Canaria, ante más de cinco mil personas, compitieron un bando formado por luchadores de Guía, Gáldar y Agaete, y otro que presentó bregadores de Arucas, Moya y Costa de Lairaga. El evento se inició a las diez de la mañana y no finalizó hasta después del toque de oración. El luchador más destacado de este enfrentamiento, fue el guiense, Mariano Santana, un joven vigoroso y hábil luchador que derribó a los once mejores atletas del equipo contrario quedándose solo en el terrero.  

“-Con el objeto de que los aficionados a nuestro deporte vernáculo conozcan parte del argot utilizado en el mismo, citó a continuación los más usados: desvío, chascona, palmada, traspiés, burra, pardelera, toque para atrás, levantada…, estas son las mañas más usadas por los luchadores, también se utilizan estos otros términos: luchar mano arriba o –mano abajo-, jueces de campo, comisionados, no írsele encima, agarrada, armar lucha…”.

Mariano Santana, “con su gigantesca figura y ágiles movimientos, se ha convertido en toda una figura señera dentro de la lucha canaria”, y dándose en su persona estas características era el bregador de la época a batir, y como era lógico su imbatibilidad no podía ser –eterna-, pero su cualidades eran hasta cierto punto una dificultad para sus rivales a la hora de enfrentarse a tan excelso atleta.  

El norte y el sur se van a enfrentar en la Plaza de la Feria de Las Palmas que se viste de gala, llega el día anunciado, “ocho mil o más personas esperaban ávidas que comience tan ansiado acontecimiento, por fin a la 10 de la mañana se inició la luchada”, Telde presentó una gran fuerza en el combate que se iba a celebrar. Distinguiéndose entre sus buenos bregadores los “Amadores, Medina, Nuez, Romero y Jiménez, vencedores los dos últimos del campeón del norte, es digno mencionar por su loable actuación a Méndez del bando norteño que eliminó a los Amadores”, la confrontación que finalizó a las 5 de la tarde dio el siguiente resultado, Sur 40, Norte 16. 

Continuara…