El historiador y cronista teldense Antonio González Padrón imparte la conferencia el jueves 19 de mayo, a las 19:00 horas

 Margarita de Austria-Estiria, esposa de Felipe III, tuvo un carácter astuto y decidido y su influencia en la corte española y en la casa de los Habsburgo fue digna de una estadista de primer orden. Los secretos de este desconocido personaje se desgranarán en la Casa-Museo León y Castillo de Telde el día 19 de mayo, a las 19:00 horas, durante la cuarta jornada del II Ciclo de Conferencias ‘Reinas de España. ‘Margarita de Austria. Luces y sombras de un matrimonio de Estado’. Es el título de la conferencia que impartirá el cronista oficial de Telde y exdirector de este centro museístico, Antonio María González Padrón, en su cometido de analizar la vida y obra de seis monarcas o consortes femeninas de la historia de España entre los siglos XVI y XVIII.

Se trata de una actividad gratuita, que cuenta con aforo limitado de asistencia, para lo que es necesaria inscripción previa a través del correo electrónico leonycastillo@grancanaria.com, o bien llamando al teléfono 928 691 377. La conferencia también se podrá seguir en directo a través del canal de Youtube de la Casa-Museo León y Castillo.

Margarita fue reina consorte de España sólo 12 años, entre 1599 y 1611. La esposa de Felipe III era archiduquesa de Austria desde su nacimiento, al ser hija de Carlos II de Estiria y de María Ana de Baviera. Nació el 25 de diciembre de 1584 en Graz, ducado de Estiria, uno de los tantos territorios que conformaban el Sacro Imperio Romano Germánico. Morirá en San Lorenzo del Escorial el 3 de octubre de 1611.

Antonio González Padrón destacará en su conferencia la gran formación humanística de la joven reina y su talento natural para la política. “Llegó a ser una de las soberanas con mayor poder de decisión en asuntos de Estado. Ante la debilidad de su marido, ella supo mantener con dignidad el peso de la corona”, asegura el historiador.

Aunque llegó muy joven a España (sólo contaba 14 años), su carácter seguro y decidido le hizo enfrentarse con gallardía a los problemas presentados por los abusos del favorito del rey, el duque de Lerma. Madre de familia numerosa, sería ésta la causa de su debilidad física, llevándola a la sepultura antes de alcanzar los treinta años.

Gran animadora y mecenas de músicos, pintores, escultores y literatos, hizo de su corte un lugar sobresaliente en el panorama cultural europeo. Con el tiempo, sería abuela de Luis XIV de Francia, el llamado ‘rey sol’.

La reina contra el duque

El duque de Lerma llegó a tener un poder inusitado. Abrió el capítulo de los validos en la corte española. “Aunque era un hombre de Estado y se desvivió por mantener el prestigio internacional de España, no es menos cierto que se enriqueció de una forma voraz”, cuenta González Padrón. “En muchas decisiones personales ‘ninguneó la opinión del rey”, asegura el cronista.

La reina marcó entonces una línea roja que no podía traspasar Lerma. ¿Y cómo lo hizo? A base de granjearse el afecto y la obediencia del resto de los nobles españoles, sobre todo las grandes casas familiares: los Medina-Sidonia, los Medinaceli o la Casa de Alba. “Creó en torno a sí a un grupo de leales que la mantenían bien informada y podía así con sutileza marcar las líneas de gobierno de Lerma, a través del rey”, concluye el historiador.

Fue, en definitiva, una reina muy joven (gobernó entre los 15 y los 26 años), “pero con carácter”, afirma el conferenciante. “Con el rey era muy afable, aunque extremadamente protectora. Con Lerma, sin embargo, se enfrentó en no pocas ocasiones, pero no porque lo hiciera mal, sino porque se tomaba atributos que no le correspondían”, concluye González Padrón.