La muestra, que interpreta artísticamente fotografías sobre la guerra y la migración, se inaugura el día miércoles 22 de marzo, a las 19:00 horas, y se extenderá hasta el día 28 de mayo

La obra de Paqui Martín es el reflejo de su propia actitud frente a la vida. Los acontecimientos mundiales filtran, una y otra vez, su creación artística. La tragedia de la guerra y los refugiados no es un fenómeno reciente, pero los acontecimientos que se suceden en Europa hacen necesario volver a tomar conciencia. Este es el germen de ‘No hace falta comprender para sentir’, la nueva propuesta de la artista que interpreta fotografías históricas y periodísticas con su peculiar enfoque del grabado y el collage de técnicas artísticas. La exposición se inaugura en la Casa-Museo León y Castillo de Telde el día 22 de marzo y se extenderá hasta el 28 de mayo, en el horario habitual del museo, de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.

Las escenas que reflejan los trabajos que componen la exposición no tienen fecha. Es cierto que eternizan momentos muy concretos, tragedias personales y familiares perfectamente reconocibles porque las vemos todos los días en los medios de comunicación. Pero, basta un cambio de escenario geográfico y de protagonistas para identificar situaciones muy similares que, por desgracia, no han merecido la atención de nadie. “La tragedia de los refugiados no es de ahora”, se apresura a recordar la artista multidisciplinar.

‘No hace falta comprender para sentir’ es un proyecto que utiliza, se recrea y solapa con la creación artística, utilizando fotografías ya existentes como base para grabados y propuestas realizadas con nuevas tecnologías y otras técnicas expresivas. La propuesta que Paqui Martín presenta en este proyecto está realizada a partir de fotografías preexistentes sobre un tema social duro como es la inmigración y la guerra, obteniendo una obra de sutil belleza, creando nuevas obras de arte sobre la base de otras imágenes.

Interpretación de una cruda realidad

Para la creación de su obra, Martín toma como referencia fotos de archivo histórico y también adopta algunas de los medios de comunicación, sobre todo en internet. “Estas fotografías ya no recogen la función del recuerdo para el que fueron creadas originalmente. Ahora, adoptadas y reinterpretadas por mí, ya no aparecen en estado puro, están mezcladas con otras técnicas y planteamientos expresivos”, explica la artista acerca de su proceso creativo.

Las creaciones artísticas que resultan a partir de imágenes preexistentes son testigos de un nuevo propósito, una nueva vida y se convierten, por tanto, en un instrumento que nos induce a pensar y concienciar. Su dilatada experiencia con el grabado le permite mezclar distintas técnicas, utilizando elementos ajenos al grabado tradicional, intentando otorgar belleza a un tema doloroso, ante acontecimientos que nos acompañan, tanto ahora en nuestros días, como en cualquier tiempo pasado.

Todas estas obras han sido el producto de un trabajo meditado que comenzó con la preparación de las matrices y fotografías desde el 2014, siendo un proyecto abierto, en el que muchas de las piezas fueron realizadas entre 2016 y la actualidad. “Todas las personas, en alguna medida, son las destinatarias de esta obra, las que justifican todos sus esfuerzos, por ser cómplices de su sentir y hacer en un tema tan cruel y doloroso como es la guerra y sus refugiados”, contextualiza la propia Paqui Martín

“Hacer mención especial a los que la sufren es una obligación. Son mujeres, hombres y sobre todo una infancia indefensa, que es sometida por el momento vivido a todo tipo de situaciones y abusos difíciles de controlar”, reflexiona la artista sobre su obra.

Las guerras y los refugiados

Manuel Marchena, presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo cree que la sociedad ha llegado a la consideración del drama de los refugiados como un fenómeno ajeno que mitiga su perversidad por la lejanía en que se desarrolla. “Y es aquí donde la exposición de Paqui Martín adquiere todo su significado”, asegura el magistrado. “Los materiales utilizados en los trabajos refuerzan el impacto de las imágenes que se ofrecen al visitante. Las técnicas de tratamiento del color y el empleo de elementos como el tórculo, el hilo de metal, la seda o la tinta, contribuyen a la creación de una atmósfera que domina la exposición y que el espectador percibe nada más contemplar la primera de las obras”, considera Marchena. “No estamos en presencia de una sucesión más o menos ordenada de imágenes”, continúa. “Todas ellas están puestas al servicio de una misma idea, a saber, la necesidad de llamar la atención sobre una tragedia colectiva que compromete la dignidad de todos. Que la obra de Paqui sirva para sacudir la conciencia de aquellos que contemplan el sufrimiento de los refugiados con altiva indiferencia”, concluye el magistrado.