Juan Dávila-García. Radiotelegrafista del Estado

Con perdón a veces pienso que su Majestad Felipe VI es un Rey de opereta…, y hago esta aseveración a tenor de lo que veo diariamente, ya que su supeditación a Pedro Sánchez es bastante significativa por no decir total. Hace tiempo que el Rey debió llamar a capítulo al presidente del gobierno y hacerle saber –por si lo ignora dado su endiosamiento, que él es el Jefe del Estado-, y de una vez para siempre ponerlo en su sitio, ya que su extralimitación a sobrepasado los límites permitidos según consta en la Constitución, dándome la sensación que sus Consejeros o Jefes de la Casa Militar y Civil, no le aconsejan en este caso con la lógica que debieran, ya que además de ser el Jefe del Estado es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas compuestas por la Armada, y los Ejército de Tierra y Aire, por lo que sería interesante que Felipe VI se reuniera con el JEMAD, además con los Capitanes Generales de las distintas Regiones Militares con el objeto de hacerle saber los desplantes a que se ve sometido por Pedro Sánchez, y buscarle una solución a tan irrespetuoso comportamiento.

 El último lo llevó a cabo ayer, 12 de octubre, al inicio de la celebración de la Fiesta Nacional, donde SS.MM tuvieron que esperar la llegada del presidente a la parada militar un minuto después que ellos, por lo que permanecieron en el –coche- sin apearse. Según el protocolo es el presidente quien tiene que recibir a los Reyes a su llegada en cualquier evento de estas características en el que concurran ambos. 

  Pedro Sánchez fue una vez más “abucheado” a la llegada al lugar de la celebración del acto castrense así como también a su marcha, sus errores imperdonables el pueblo llano se los tira en “cara cada vez que sale a la calle”, su desvergüenza y su poca calidad social se ha ido acrecentando con el paso del tiempo, tal es así que los mismos socialistas ya lo “detestan” y ven en él a un –sujeto- cuyas iniciativas son –nocivas para todos los españoles, que quieren pasar página cuanto antes y olvidar las –ruindades- a las que este esperpento nos tuvo sometido durante su etapa de presidente, y olvidar el deterioro al que llevó a España colocándola a la cola de los países de su entorno.

Ser presidente de un gobierno –no es cosa de juego-, y él era consciente que no estaba preparado para ejercer algo tan importante (como le sucedió a Zapatero), el “doctor Sánchez” se ha manifestado como un “pobre hombre” que intentó mediante un –plagio indecente- alcanzar “un doctorado”, denunciado por un colega suyo el ex ministro Sebastián al que le copió una serie de trabajos para su –tesis fake-, los llevó a ser el –hazmerreir de propios y extraños-.   

 Sánchez vuelve a caer en ese comportamiento absurdo de creerse la máxima autoridad del estado español obviando sistemáticamente la autoridad del Rey de forma irreverente incumpliendo los “protocolos algo que ha hecho en varias ocasiones”, pero es tal la vulgaridad que lo define que no admite la realidad

Sin haber pasado muchas horas desde su plante a SS.MM., antes del desfile, Sánchez vuelve nuevamente a reincidir en esa falta de delicadeza o prepotencia que la caracteriza, se retiró del Palacio Real antes que el Rey y sin despedirse de SM, donde se celebraba ese “brindis o vino español” que los Reyes ofrecen a las autoridades  el día de la Fiesta Nacional.

 El comportamiento de este sujeto es toda una “villanía”, y debido a los insultos que le brindan miles de españoles cuando sale a la calle, algo que le causa un gran daño a su –ego-, “pierde los papeles y huye cobardemente buscando refugio en su –urna de cristal en la Moncloa totalmente insonorizada para no oír los insultos que el pueblo le dedica-”.

 Como evidencia de algo que ocurrió hace 99 años, y que podría repetirse, como el fue el golpe de estado del General don Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, donde un gobierno de concentración hacía –aguas-, al igual que está sucediendo en la actualidad y contando con el beneplácito de SM Alfonso XIII, se erigió en Presidente del Gobierno de España ejerciendo como tal durante los años 1923 a 1930, el citado general, que según comentaban nuestros mayores fue una de las etapas más felices vividas en España, donde la paz, el orden y la felicidad más obvia fue el –sino- del Directorio de Primo Rivera. 

 Durante el –mandato- del General Primo de Rivera, España acabó con la insurrección de los rifeños existente en Marruecos que tantas muertes había ocasionado al ejército español, personalmente don Miguel al frente de un -contingente de fuerzas propias de los tres ejércitos bien pertrechados, derrotó a los moros en la Batalla de Alhucemas, acabando así con esta secuencia que se dilataba en el tiempo-.

 Sánchez es consciente que el pueblo -no lo quiere-, lo que debería hacer si tiene algo de decencia, dejando a un lado ese afán de seguir en la poltrona es “dimitir”, algo que es muy posible que lo “dignificaría hasta cierto punto… ya que las ruindades que han venido haciendo él y sus ministros los españoles jamás las olvidaremos, por consiguiente –no existe el perdón- que pudieran desear, la maldad que han sembrado Sánchez y su equipo no tiene parangón en la historia de España, por lo que perdonarles todo el mal que han hecho va contra nuestros principios éticos y morales, ustedes mismos han cavado su fosa política, lo único que les queda, ya que vivir en España les va hacer muy incomodo es emigrar, y que Dios les perdone.