Siendo este un tema grave, que lo es, permítannos esta coña, porque no es casual ni normal que el primer edil de una ciudad como Telde, se persone en las puertas de una empresa privada, en vez de sus técnicos, salvo que lo que se pretendiera es el circo que se quiso montar. ¿Porqué no avisó al Seprona?¿Porqué no trasladó al juzgado esa petición?. Porque lo que necesitaba Peña era un numerito
Ayer se dieron dos hechos potentes en el escenario internacional. Uno el ataque y decomiso de un supertanque petrolero por órdenes de Trump y con marines de por medio en aguas de Venezuela.El otro, el «ataque mediático», por tierra, mar y aire, a las instalaciones de la empresa de las jaulas marinas, por orden del Alcalde de Telde, la intervención «drónica» de la policía local y despliegue de los «medios del Régimen» .
Y siendo un tema grave, que lo es, permítannos esta coña, porque no es casual ni normal que el primer edil de una ciudad como Telde, se persone en las puertas de una empresa privada, en vez de sus técnicos, salvo que lo que se pretendiera es el circo que se quiso montar. ¿Porqué no avisó al Seprona?¿Porqué no trasladó al juzgado esa petición?. Porque lo que necesitaba Peña era un numerito.
Hablando de númeritos. ¿Les suena el 222?. A nosotros sí. Es el del emisario submarino que depende del ayuntamiento y al que se están dirigiendo algunos ojos, narices y oídos, porque podría estar relacionado también con la contaminación marina que padecemos.
Es urgente que el alcalde envié a sus técnicos a elaborar un informe que descarte que algunas tesis estén en lo cierto. Esas que apuntan a responsabilidades ampliadas en todo este escándalo.
Emisario 222. Tome nota Sr Alcalde. «Menos zamba y más traballar».







