¿De verdad señora Batista? Hágaselo mirar, los funcionarios saben todos como diligenciar subvenciones, pero son ustedes los concejales los que han de preocuparse de que se haga, porque para eso están, para gestionar que para eso les paga el pueblo

He mirado dos veces la nota de prensa de la concejalía de Recursos Humanos, que dirige Carmen Batista, a ver si por casualidad yo había leído mal.

Pero no la edil ha presentado un “ambicioso proyecto de formación para la plantilla municipal de la institución local, en el marco de la convocatoria Subvenciones a Cabildos y Ayuntamientos y demás entidades locales de Canarias para la formación de su propio personal y con sus medios propios, promovida por el Gobierno de Canarias. Una iniciativa que busca mejorar las competencias y habilidades del personal al servicio de la ciudadanía”.

Resulta altamente paradójico que cuando este gobierno en 16 meses que lleva al frente de los destinos de esta ciudad, ha perdido ciento de millones de euros en subvenciones, le preocupe ahora que sean los funcionarios los que tengan que hacer un curso de formación para la convocatoria de subvenciones.

¿De verdad señora Batista? Hágaselo mirar, los funcionarios saben todos como diligenciar subvenciones, pero son ustedes los concejales los que han de preocuparse de que se haga, porque para eso están, para gestionar que para eso les paga el pueblo.

Coja ese dinero que quiere destinar al funcionariado y reúnase con sus compañeros de gobierno y hagan el curso, para que esta ciudad no siga perdiendo subvenciones millonarias, porque si ustedes están pensando que los funcionarios van a hacer el trabajo que les toca a ustedes, lo llevan claro

Muy preocupada veo a Batista en que se formen los funcionarios, que siempre lo han hecho ya que cursos de reciclaje siempre se han dado, y no se preocupe de que este grupo de gobierno suponga una auténtica hemorragia en pérdida de dinero en subvenciones.

No solo hay que mostrar voluntad política, esta debe ir acompañada de una gestión eficiente y responsable desde el primer momento, pero es fundamental reconocer los fallas cometidos y siempre es más fácil tirar el balón al tejado del vecino. MC