Un tema que debe resolverse en Recursos Humanos, lo lleva al Pleno sin que lo motive más que la propia felonía de alguien que ha heredado las peores formas de hacer política de Ciuca.

Nunca habíamos sido testigos de tanto barriobajerismo como el que observamos en Juan Antonio Peña, alcalde de Telde, en el último Pleno ordinario celebrado en las Casas Consistoriales, afortunadamente lo tenemos grabado y no puede desdecirse de tanta bajeza.

He sido cargo público de mi ciudad durante 12 años y he visto presidir la corporación a diferentes alcaldes, pero es la primera vez que soy testigo de como se aprovecha la casa del pueblo para enfangar a una trabajadora municipal y a un jefe de servicios, es algo simplemente repugnante.

Nunca había escuchado a un alcalde lanzarse a la yugular de una trabajadora, sabiendo como sabe, que dicha trabajadora ha estado de baja por enfermedad y no es como el lo retrata, encima para más desvergüenza, pone en solfa la honorabilidad de los jefes de servicios sin el más mínimo escrúpulo.

Quizá debería hacérselo mirar, está realmente tan desesperado ante la posibilidad de una moción de censura que pasa por encima de los derechos mas elementales de respeto hacia el adversario político.

Un tema que debe resolverse en Recursos Humanos, lo lleva al Pleno sin que lo motive más que la propia felonía de alguien que ha heredado las peores formas de hacer política de Ciuca.

Creíamos que ya nos habíamos decepcionado bastante con el alcalde de Telde, pero cada día que pasa vemos que Juan Antonio Peña no se para en barreras, ha hecho de la mentira y la insidia su modus vivendis.

«Deplorable» la manera de entender la política que tiene Peña, hace de la calumnia su ariete contra los adversarios, desgraciadamente Ciuca vuelve a sus viejos vicios. Maribel Castro