El libro que cuenta con divertidas ilustraciones de Eduardo González y con un prólogo de Alfredo López Pérez, se  se presenta este viernes, 27 de mayo, a las 19:30 horas, en la Casa de Los Zamoranos de Tegueste

En el acto intervendrán, junto a la autora, el escritor Alfredo López Pérez, que ha prologado el volumen, y la editora Elena Morales. El libro cuenta con divertidas ilustraciones del prestigioso dibujante Eduardo González, así como con una propuesta didáctica destinada a profesores y escolares para su uso en las aulas.

«El español es diverso / y especial en cada zona, / pero en Canarias se entona / con la belleza de un verso. // Además de entonación, / su seseo es muy hermoso, / y lo más respetuoso, el “ustedes” en la oración. / Las «eses», si son finales, / se aspiran con aire suave, / aquí es donde está la clave / de sus rasgos principales». Así, con un poema, nos explica Clara Rufino Baquero a los lectores de Dímelo en canario cómo hablamos en las islas.

La escritora de este necesario libro también nos recuerda cómo se formó este dialecto del español, y recoge, con astucia y maestría una gran cantidad de canarismos. Estas palabras tan nuestras −que reflejan siglos de historia, de mestizaje cultural y de adaptación del idioma a las singulares condiciones del Archipiélago− aparecen agrupadas en estrofas que, poco a poco, van recorriendo el abecedario. 

Así, por ejemplo, una de las estrofas dedicadas a la letra «a» explica el matiz o significado que le damos los canarios al vocablo «abollado»: «Si comiste demasiado / y no te cabe más, / si estás harto notarás /que te sientes abollado». Por otro lado, las divertidas e ingeniosas ilustraciones de Eduardo preceden cada uno de los bloques que dan forma a esta especie de glosario didáctico ilustrado del habla canaria.

En opinión de Alfredo López Pérez: «Esta propuesta ha sido ideada y elaborada desde una profunda admiración al pueblo canario y a su forma de expresarse, a través del lenguaje, sí, pero también a través de los sentimientos y emociones, que en buena medida dan otro matiz al propio uso de este léxico rico, mestizo, nacido del crisol de culturas y de la plataforma tricontinental que es este hermoso Jardín de las Hespérides».

Asimismo, tal y como afirma este mismo escritor en el prólogo de la obra: «Clara Isabel Rufino presenta una idea original en versos hábilmente rimados, entrelazando canarismos con su sentido sin perder el hilo y el tino o acierto, que facilita el poder memorizar y hacer propias cada una de esas palabras tan nuestras aquí recogidas, de una forma amena, didáctica y divertida, y sin embargo, no siempre bien tratadas o incluso olvidadas por falta de conocimiento y uso».