Pasado un año de gestión del alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, este nos ha obsequiado con un panegírico sobre la ilusión que según el ha devuelto a nuestra ciudad, “destacando la recuperación del entusiasmo y la confianza entre los ciudadanos», sin enfocarse en ningún momento en cual ha sido la gestión de su gobierno, parece que en vez de un primer mandatario, Telde lo que necesitaba era un psicólogo

Según el diccionario de la Real Academia de la Legua Española, «un panegírico es un discurso oratoria o sermón en alabanza de algo o de alguien”

Pasado un año de gestión del alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, este nos ha obsequiado con un panegírico sobre la ilusión que según el ha devuelto a nuestra ciudad, “destacando la recuperación del entusiasmo y la confianza entre los ciudadanos», sin enfocarse en ningún momento en cual ha sido la gestión de su gobierno, parece que en vez de un primer mandatario, Telde lo que necesitaba era un psicólogo.

Pone el retrovisor y habla de que antes de que el llegara todo  era pesimismo y desánimo y que uno de los retos que ha conseguido e devolver la ilusión a la ciudadanía, eso si olvida decir que esa alegría ha costado quitar partidas de 130.000 euros destinadas el arreglo de los colegios, para sumarla a Festejos, ya que esta Concejalía se fundió el presupuesto del año en el carnaval.

El alcalde no enumera proyectos de gestión de su primer año al frente de la alcaldía, simplemente porque no los hay y solo se enreda en nombrar los que ya dejó hecho o embocados el gobierno saliente, como es el el plan de asfaltado. Todo se le va en hablar de hipótesis como la apertura del polideportivo Paco Artiles, el Mercado Municipal y varios aparcarcamientos.

Está claro que el alcalde de Telde vive en una realidad paralela todos esos festejos y parrandeos que el llama ilusión, deberían hacerse cuando los servicios básicos de una ciudad están cubiertos, no cuando estamos bajo mínimo en Servicios Sociales y se detrae dinero de los Recursos Humanos para destinarlos a Festejos.

Quizá si sienta ilusión el presidente de su partido Guillermo Reyes, que quiere cobrar facturas por valor de casi 100.000 euros del Ayuntamiento de hace décadas, y que le han sido rechazadas una y otra vez.

En resumen Juan Antonio Peña en su panegírico quiere trasladarnos un inexistente ambiente de optimismo y esperanza, y lo que no dice es que no existe ningún tipo de gestión y los concejales parecen ovejas descarriadas actuando a golpes de impulso por carecer de un Plan de Actuación Municipal. Maribel Castro;directoradecanariasinformativa.com