Juan Dávila-García. Radiotelegrafista del Estado

La Benemérita como se conoce a esta Institución Armada que fundó el 28 de marzo de 1844, el Mariscal de Campo, Don Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada, aunque el Decreto que así lo estimaba fue considerado provisional, hasta que el Presidente del Gobierno y Ministro de Defensa el General Narváez otorgó la –fundación mediante un Real Decreto considerando definitiva la creación de este Cuerpo Militarizado denominado como la Guardia Civil.

Etimológicamente la palabra –guardia- proviene del término gótico wardja y del antiguo alemán wartenque, que significa vigilar o guardar. La palabra –civil- que completa tan virtuosa denominación tiene su origen en el latín civilis o ciudadano.

A nuestra Guardia Civil le correspondía según sus estatutos fundacionales la vigilancia y custodia de las zonas rurales, lo que propició la creación de muchos Cuerpos similares en más de un país sudamericano, que realizaban esta labor en pueblos de alta montaña especialmente en la cordillera de los Andes, donde una pareja formada por un cabo y un agente tenía la misión primordial de vigilar y mantener el orden en estos pueblos, casi aislados en el –altiplano-. 

El insigne escritor peruano, Mario Vargas Llosa, en su libro “Litumá en los Andes”, ganador del premio Planeta en el año 1993…, contaba las peripecias de dos agentes de la Guardia Civil peruana, en un pueblo minero, donde imponían el orden y el respeto a los habitantes del mismo rigiéndose por los propios –protocolos fundacionales de nuestro Cuerpo Armado-, copiados por los oficiales del ejército del Perú que realizaron sus estudios en nuestras academias de la –benemérita-, copiando literalmente la forma expeditiva de actuar que siempre ha distinguido a la Guardia Civil, aunque actualmente el ministro del Interior Marlaska quiera –desprestigiarla-, algo que a pesar de su indecente forma de actuar no lo va a conseguir.

Marlaska es ante todo un “antiespañol, hipócrita y ruin”, nunca debió ser elegido como ministro del Interior su persona “no tiene la afinidad necesaria con la decencia que debe poseer un ministro de este ramo”, es posible que sus –aficiones antinaturales- lo hagan obrar de esa “manera tan cobarde”, intentando de una manera tan osada acabar con la elocuente grandeza de nuestra Guardia Civil, que figura entre uno de los mejores cuerpos policiales del mundo, sin embargo el trata por todos los medios restarle algunos de sus cometidos dándoselos a los –mossos y a la policía autónoma vasca-, como viene sucediendo últimamente, este señor no puede seguir siendo ministro del interior debiendo ser cesado ya, algo que debió haber ocurrido hace bastante tiempo, “su fobia a la Benemérita ha sido uno de sus más execrables ataques a uno de nuestro más insignes cuerpo de la seguridad del estado”.

Sin lugar a equivocarnos ya podemos calificarlo como el peor ministro del ramo en toda la historia de España, “conocido antes como ministerio de la gobernación, donde destacaron ministros de la talla de los Generales Martínez Anido, Camilo Alonso Vega, José Barrionuevo, aunque al final de su mandato involucrado en el caso de los GAL… terminó encarcelado junto al Director General de la Seguridad del Estado, Rafael Vera, Mayor Oreja…, y otros que acreditaron su honradez al frente de un ministerio tan complejo.

Siendo yo muy jovencito habitando en mi pueblo Guía de Gran Canaria, conocí a una buena cantidad de agentes de este glorioso Cuerpo con los cuales tuve alguna relación a través de sus hijos, recuerdo a Bordón, Melían, Falcón, Moreno, Domingo, Gallardo,… y ya destinado como Director de la Oficina Fusionada de Correos y Telégrafos de la Villa de Arico en Tenerife, me convertí en un colaborador de tan dignísimo cuerpo –como topógrafo y planimetrista de cuantos accidentes ocurrían en todo el término municipal de la Villa-, no importaba ni la hora ni el  lugar, cuando el Comandante de Puesto el cabo Primero Guzmán Guerra Medina me requería o algunos de los agentes destinados en el puesto, de los que recuerdo a Olivares, Luis, Paco, Roque, Mariano…

 Ya destinado en Maspalomas mi relación con los miembros de la Guardia Civil se hizo más intensa, donde los tenientes jefes de Líneas, Jesús Sanabria y Antonio Mate me concedieron su más fiel amistad, y juntos celebramos la festividad de la Virgen del Pilar patrona de la Benemérita y de Correos.

Mi respeto y admiración al Glorioso Cuerpo de la Guardia Civil que siempre que se requiere sus servicios acuden raudos a auxiliar en los accidentes, incendios o cualquier otro acontecimiento que requiera su intervención, lo españoles admiramos y reconocemos los méritos que realiza este cuerpo armado, y rechazamos de plano al ministro Marlaska todo un sujeto –depravado-, posiblemente al menos como ministro de Interior y pedimos sea cesado -ipso facto-. España necesita más que nunca un gobierno decente y lamentando decirlo el que tenemos actualmente tiene más de –indeseable que de honesto-.