La magistrada, que juzgaba delitos de terrorismo, vive refugiada en España desde el regreso de los talibanes, gracias a la Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE)

Gulalai Hotak, jueza del Tribunal Supremo de Afganistán hasta el regreso de los talibanes al poder en 2021, llega a la Casa-Museo León y Castillo de Telde para impartir una conferencia el jueves día 1 de diciembre, a las 18:30 horas. Su objetivo es hablar de su experiencia personal en la huida precipitada de su país y, sobre todo, hacer que el terrible drama que se cierne sobre las mujeres y niñas afganas no caiga en el olvido de la comunidad internacional. La charla tiene entrada gratuita, previa inscripción en el museo (928691377).

Casi trescientas juezas impartían justicia en Afganistán hasta agosto de 2021. Tras la llegada al poder de los talibanes, las magistradas no han podido volver a ejercer como profesionales, sus cuentas bancarias han sido congeladas y, además, algunas de ellas han sido amenazadas de muerte. Hasta el momento, 140 juezas han podido huir de su país y solicitar refugio y asilo en países con régimen democrático. Cinco llegaron a España con sus familias. Gulalai Hotak, jueza del Tribunal Supremo de Afganistán, es una de ellas. La Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE), que colabora en la organización de este acto, logró el milagro.

La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para alcanzar igualdad, desarrollo, paz, al igual que el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas. La promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de no dejar que nadie se quede atrás no podrá cumplirse sin primero poner fin a la violencia contra mujeres y niñas.

Consciente de esta realidad, la Casa-Museo León y Castillo, centro gestionado por la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran canaria, quiere visibilizar y ofrecer un espacio de expresión pública sobre este problema a través de la experiencia personal de Gulalai Hotak, Jueza del Tribunal Supremo de Afganistán, una de las cinco Magistradas que han llegado a España en el último año perseguidas y amenazadas.

El 15 de agosto de 2021 los talibanes derrocaron al gobierno de Ashraf Ghani y tomaron el poder tras la precipitada retirada del ejército norteamericano. Todo el proceso no duró más de una semana. En unos días se vinieron abajo los cimientos de 30 años de carrera profesional y toda una vida en Afganistán. “Fueron tiempos muy duros, terribles”, recuerda Gulalai Hotak. “Después de la caída del gobierno de la República Islámica de Afganistán, emigré con mi familia a Turquía. El poco tiempo que estuve en Afganistán, antes de venir a Turquía, fue muy doloroso y peligroso”, asegura la jueza sin entrar en detalles.

Más tarde recibió la ayuda de la Asociación de Mujeres Juezas de España y llegó a nuestro país junto a su familia y otras colegas. No lo tuvieron fácil, pero las compañeras que quedaron atrás vivieron un drama aún mayor. La mayoría siguen allí, asegura Hotak, amenazadas, escondidas, muchas enfermas y algunas muertas.

Hotak y otras magistradas afganas juzgaban delitos de terrorismo, asesinatos y violencia de género. “Trabajé en diferentes departamentos penales”, explica, “en los que juzgaba delitos penales, militares y actos terroristas”. Estos últimos eran una tarea que se fue tornando insufrible para ellas, pues los talibanes no asumían el hecho de ser juzgados por una mujer y los juicios se desarrollaban entre violentas escenas de injurias y amenazas a las juezas.

Ella y otras cuatro compañeras lograron escapar junto a sus familias antes de que esas amenazas se cumplieran y ahora viven dedicadas a ofrecer charlas en las que difunden la necesidad de revivir el apoyo de la comunidad internacional y las Naciones Unidas hacia la causa afgana.