La cita con el cantautor brasileño es el viernes 28 de abril, a las 20:00 horas, con entrada libre

Leo Minax divide su pasión musical entre el jazz, interpretado ‘a su manera’, y la canción de autor. Su discurso musical como compositor e intérprete, a caballo entre el portugués y el castellano, es el de un músico inquieto y siempre abierto a la experimentación. Lleva publicados nueve discos en España, donde reside desde hace más de tres décadas, y en Brasil, su trayectoria está asociada a los nombres de Toninho Horta, Vitor Ramil, Arnaldo Antunes, Ronaldo Bastos y Paulinho Moska, entre otros, como colaboradores habituales o como coautores de sus canciones. Su música también ha sido grabada por el uruguayo Jorge Drexler, la artista mexicana Ximena Sariñana y la española Ana Belén. Tras una larga temporada sin visitar Gran Canaria, regresa a Telde para participar en el ciclo de veladas musicales ‘Patios encantados’, organizado por la Casa-Museo León y Castillo. La cita es el 28 de abril, a las 20:00 horas, con entrada libre y gratuita, hasta completar aforo.

“Estoy muy feliz con la oportunidad de volver a Gran Canaria, y actuar una vez más en Telde, después de mucho tiempo sin visitar la ciudad, honrado con la invitación del programador del ciclo, Ari Jiménez y la Casa-Museo León y Castillo”, confiesa emocionado

Y es que, en los últimos años, lo habitual ha sido su participación en conciertos con cuarteto, o quinteto, según el momento, junto a la agrupación ‘Mistoquente’. También colabora con otras formaciones en las que comparte la escena con más músicos. Por eso, el hecho de volver a estar solo en un escenario, con su guitarra, es para él muy importante. “Me encanta el formato, ya que las canciones están más próximas a su diseño y a sus motivaciones originales. Es una manera de devolver a las canciones sus elementos imprescindibles, y de encontrar en ellas su trazo básico, esencial. Me encanta también, por este motivo, la oportunidad que me brinda este ciclo”, agradece. Minax avanza que tocará las canciones más vigentes en su trayectoria, “junto a nuevas canciones, aún no publicadas, pero que, poco a poco, espero que se consoliden en mi repertorio”.

Enamorado del jazz, entiende, sin embargo, su interpretación, como un universo propio. “Mi manera de entenderlo es en su sentido más amplio, menos ortodoxo. Yo no soy un músico de jazz, pero me siento bien en su órbita”, trata de explicar.