La convocatoria de esta asamblea extraordinaria para el último día de agosto, parece refrendar de que las cosas no se han hecho ni medianamente bien, y que la demanda interpuesta por Galindo ha sacado a la luz, todo el oscurantismo que parece esconderse tras su destitución

La batalla interna en el grupo ecologista Turcón amenaza con dar al traste con años de trabajo, tras haberse enredado en una componenda para “cargarse” con nocturnidad y alevosía al que era su presidente hasta hace apenas mes y medio, Honorio Galindo.

Dentro de dos semanas, concretamente el día 31 de agosto han convocado una asamblea general extraordinaria y en el orden del día figura, como punto principal, una nueva elección de la junta directiva del colectivo, después de la polémica reunión del 15 de julio en la que se elegía como presidenta a Consuelo Jorges.

Detrás de esto está la demanda interpuesta en los Juzgados de Telde, por el ex presidente Honorio Galindo, que entendía que la elección de Consuelo Jorges era ilegal y solicitó la anulación cautelar del acuerdo por el que se eligió la nueva junta directiva.

La respuesta a esta demanda por parte de Turcón, es convocar deprisa y corriendo una asamblea extraordinaria, que parece estar rodeada de los mismos vicios con los que “echaron” Galindo, ya que la convocatoria se especifica que la reunión es «exclusivamente presencial» y que solo tienen derecho a voto los asociados «que estén al corriente en el pago de sus cuotas anuales, remitidas al cobro por la asociación»,

Curiosamente, uno que los argumentos esgrime la demanda de Galindo es que el grupo que eligió a la nueva presidenta, Consuelo Jorges, con 18 votos, impide el acceso a los listados de socios y ha rechazado las solicitudes de pago de los miembros que se opusieron a la elección de Jorges- como puede apreciarse todo muy democrático-

Honorio Galindo, expresidente del colectivo Turcón, vinculó a presiones políticas su destitución al frente de la organización y aseguró, que entre estos asuntos espinosos o “molestos” estarían la construcción de la central hidroeléctrica de Chira-Soria, la concesión de las licencias para la renovación de los hoteles del grupo Riu en Fuerteventura o la protección del pinzón azul.

La sospecha del ex presidente de Turcón, es que se pretenden desmontar las acciones judiciales emprendidas por este grupo ecologista contra empresas y administraciones públicas como el Cabildo de Gran Canaria o el Gobierno autonómico, en concreto sobre el proyecto de Chira-Soria, el Siam Park de El Veril, el entubamiento del Barranco de La Mina, las trabas a la cría en cautividad del pinzón azul o las construcciones presuntamente ilegales en el Pinar de Tamadaba o las Dunas de Corralejo. 

Por lo pronto la convocatoria de esta asamblea extraordinaria para el último día de agosto, parece refrendar de que las cosas no se han hecho ni medianamente bien, y que la demanda interpuesta por Galindo ha sacado a la luz, todo el oscurantismo que parece esconderse tras su destitución.

Pase lo que pase el colectivo ecologista “Turcón” se ha quedado tocado del ala, hace mucho que no pueden vender que son apolíticos, pero ahora ha quedado más que evidenciado que matarían por seguir “la voz de su amo”. Maribel Castro. Directora de canariasinformativa.com