Esto es inaudito hemos llegado ya a unos límites insostenibles en la ciudad de Telde, donde el clientelismo político con recursos municipales por parte del grupo de gobierno es más que evidente. Un claro un intercambio no oficial de favores, que está tipificado hoy en día como una forma reconocible de corrupción

El candidato a la alcaldía de Telde por el PSOE, Alejandro Ramos se hacía eco ayer muy acertadamente en sus redes sociales, a cerca del cierre de la calle Luján Pérez, en plena Zona Comercial Abierta de San Gregorio en los siguientes términos:

¿Cuál es el criterio de hacer distinciones en calles para cerrarlas al tráfico un sábado por la mañana? No se puede usar el clientelismo político para a unos permitirles sus fiestas privadas sin existir un motivo.

La zona comercial necesita el apoyo y el respaldo pero con las mismas normas para todos y respetando también el descanso vecinal.

Ramos ha estado muy oportuno al canalizar el malestar generalizado que sentían ayer tanto comerciantes como ciudadanos de a pie que veían como un sábado el gobierno de Telde había autorizado y cerrado con vallas municipales una de las arterias principales de la zona comercial.

Desde primera hora de la mañana y hasta bien entrada la tarde, la música estridente y el alcohol fueron la tónica dominante en dicha calle que se cerró para que un bar hiciera su negociete.

Esto es inaudito hemos llegado ya a unos límites insostenibles en la ciudad de Telde, donde el clientelismo político con recursos municipales por parte del grupo de gobierno es más que evidente. Un claro un intercambio no oficial de favores, que está tipificado hoy en día como una forma reconocible de corrupción.

Ni siquiera la inminente celebración de las elecciones locales, frenan el trato de favor con el que se manejan en el grupo de gobierno, lo que da una idea del necesario cambio de rumbo en el ayuntamiento, que es la casa de todo y no de unos cuantos.