El Plan de Ajuste obligaba precisamente a los municipios a que las cantidades no gastadas del presupuesto se destinaran al pago de deuda

Publicaba ayer este periódico Canarias7, un artículo de opinión de la, hasta el 28 de mayo, alcaldesa de Telde, Carmen Hernández. Llevaba por título ‘Telde, un relato de progreso’. Tuve el valor de leerlo, y confieso que la experiencia no fue nada agradable. Y es que leer tantas faltas a la verdad, tantas medias verdades, tantas inexactitudes, hace que a uno se le revuelvan las tripas.

Entre las acepciones que la Real Academia Española (RAE) confiere al término ‘relato’ se encuentra la de ‘reconstrucción discursiva de ciertos acontecimientos interpretados en favor de una ideología o de un movimiento político’. Otra de dichas acepciones es la de ‘narración o cuento’. Pueden quedarse con cualquiera de ellas a la hora de leer e interpretar el artículo de opinión de la señora Hernández.

Sin embargo, frente al relato interesado, los teldenses merecen ante todo conocer la verdad. Es por este motivo, y a la vista de que la señora Hernández se niega a mantener un debate público conmigo sobre algunos de los hechos que da por ‘indiscutibles’, que me he decidido a contestar su artículo en estas mismas páginas.

Empecemos por el hecho «cierto» e «indiscutible» afirmado por Carmen Hernández de que «(…) Telde ha hecho su trabajo y ha adelantado su recuperación socioeconómica más de una década, pues a finales de 2020 liquidó su deuda, rompió el Plan de Ajuste y comenzó la mejora de sus servicios públicos (…)». Pues bien, cabe recordar en primer lugar que el Plan de Ajuste consistió en hacer pagar a los Ayuntamientos españoles sus deudas con los proveedores (pymes, autónomos,…). Se concretó en el mayor pago a proveedores de la historia, y en Telde ha supuesto el abono de 150 millones de euros de deuda. Esto es, en sentido estricto, el Plan de Ajuste del PP no ha sido el problema, sino más bien la (dolorosa, no cabe duda, pero necesaria) solución. El problema (en Telde y en otros miles de municipios españoles) ha sido la deuda contraída por el Ayuntamiento. Y de eso sabe mucho Paco Santiago, la señora Hernández y su partido político, quienes bajo unas siglas u otras han gobernado Telde durante 31 años desde 1978.

El Plan de Ajuste, aprobado en 2012 y que se tenía que pagar en 20 años y a razón de 4 millones de euros anuales, fue finiquitado en diciembre de 2020, en 8 años (esto es, doce años antes de lo previsto). En esto sí dice la verdad la alcaldesa. Sin embargo, ese finiquito del Plan de Ajuste ni se debió a que «Telde haya hecho su trabajo» ni tampoco al rigor presupuestario que trata de vender ahora de forma malintencionada Carmen Hernández. La señora Hernández esconde que ha dejado de ejecutar algunos años en Telde más de 20 millones de euros del presupuesto municipal. Es decir, si el presupuesto de Telde es de aproximadamente 100 millones de euros para gastarse en un año en servicios, personal y otras necesidades del municipio (arreglo de carreteras, parques y jardines, limpieza, etc.), la señora Hernández solo conseguía gastar en su municipio 80 millones de euros cada año, por lo que anualmente «le sobraban» 20 millones de euros (llamados remanentes).

El Plan de Ajuste obligaba precisamente a los municipios a que las cantidades no gastadas del presupuesto se destinaran al pago de deuda. Es por ello que, ante esta falta de ejecución presupuestaria, atribuible únicamente a una adecuada capacidad de gestión, Carmen Hernández y su grupo de gobierno se han visto obligados a destinar esos cuantiosos remanentes anuales al pago de deuda. Por ello, en vez de pagar solo 4 millones de euros cada año hasta 2032 como le indicaba el Plan de Ajuste, destinaba más de 20 millones anuales, porque no era capaz de gastarlos en que los servicios funcionaran bien o que las calles estuvieran limpias y materialmente cuidadas. Y es que, lamentablemente, en la liquidación de la deuda de Telde ha faltado tanta o más capacidad de gestión que en su generación.

¿Es esto «adelantar la recuperación económica» de Telde? ¿Detraer cada año de la limpieza y mantenimiento del municipio cuantiosos recursos económicos para destinarlos a liquidar deuda? ¿A costa del empeoramiento paulatino de la calidad de vida de los teldenses? Bastaba con destinar cada año 4 millones de euros a saldar la deuda. Y el resto invertirlo en evitar que Telde se quedara atrás, que es lo que ha ocurrido en estos ocho años desde 2015. Una ciudad a medio terminar o a medio abrir. ¿Puede autodenominarse como seria y rigurosa una gestión municipal que parece haber antepuesto el pago de la deuda al bienestar de los ciudadanos? ¿Y dónde está la mejora de los servicios públicos?

Pero continúo con el relato de la señora Hernández. En su artículo señala que el Plan de Ajuste adoptado en 2012 significó un «(…) doloroso aumento de la presión fiscal que ahogó a muchos teldenses, así como a buena parte del empresariado». Sin embargo, lo cierto es que ellos gobiernan Telde desde 2015 y aún no ha visto oportuno reducir esa ‘dolorosa’ presión fiscal. Aun habiendo prometido esa reducción hace más de cinco años. Y no sólo eso, sino que en enero de 2021 la señora Hernández votó en contra de la moción presentada en el Pleno municipal por el Partido Popular de Telde consistente en una bajada general de impuestos.

Ha sido esta semana, a tan sólo dos meses de las elecciones, cuando la señora Hernández ha anunciado una bajada del IBI y del IAE que podría haber hecho para los presupuestos de 2023, pero no existen porque ni ha sido capaz de presentarlos . Cabe recordar que, en junio de 2014, a un año de las elecciones, cuando el gobierno municipal presidido por el Partido Popular bajó el IBI un 15%, Nueva Canarias y la señora Hernández tacharon tal medida de «electoralista» y como una «falta de conciencia democrática».

Resulta insultante que usted no mencione que se han reabierto las Escuelas Infantiles con algo más de 3 millones y medio de euros comprometidos por el último gobierno de Mariano Rajoy para su reforma y puesta en funcionamiento, yo estaba en La Moncloa cuando usted vino a firmar eso, junto a Roman Rodríguez. Por otro lado dice que «decenas» de empresas han ampliado sus negocios en Telde (se olvida de las otras muchas que han tenido que cerrar, basta pasear por la ZCA de San Gregorio y comprobarlo. Saca usted pecho que han recuperado las subvenciones al deporte (pero obvia que el Polideportivo Paco Artiles lleva cerrado casi cuatro años y que el Complejo Deportivo de La Barranquera está sin abrir y que la empresa nos está pidiendo ya una indemnización de más de 30 millones de euros o que el terrero de lucha canaria de Las Huesas cerrado está cerrado. Y así con todo. Son demasiadas medias verdades o hechos inexactos.

No es que yo quiera ser pesimista, ni echar por tierra todo lo realizado por el actual grupo de gobierno municipal. No. Lo que ocurre es que considero que ni todo un municipio como Telde, ni los propios teldenses, podemos conformarnos con estos supuestos avances presentados por la señora Hernández en ocho años e intentado menudo a los ciudadanos. La señora Hernández no ha hecho los deberes más importantes y ahora a la ciudadanía le resultan insuficientes tanto el balance de gestión por ella presentado como el puñado de buenos deseos de futuro que expone en su artículo.

La señora Hernández ha pasado de puntillas por la gran mayoría de los más graves problemas y necesidades que tiene desde hace más de un lustro este municipio. Podría decirse incluso que no ha querido o no ha podido coger el toro por los cuernos. Y se ha dedicado a la política del parcheo. Así las cosas, en ocho años la señora Hernández no se ha planteado siquiera elaborar y aprobar el tan necesario Plan General de Ordenación (PGO); siguen existiendo barrios de Telde sin agua de abasto diaria y con malas conexiones a la red de alcantarillado; barrios sin conexión a Internet; no ha sido capaz de terminar y abrir los aparcamientos de Arnao; el edificio de los Multicines continúa cerrado; el Palacio de las Artes y la Cultura abandonado y sin plan alguno para terminar su ejecución y apertura; el Acueducto de San José con el carril de la vergüenza aún ahí; la Casa de la Condesa de Jinámar desmantelada y hasta ocupada; el paseo costero abandonado a su suerte; los parques de San Gregorio, San Juan y de las Mil Palmera de Jinámar con apenas mantenimiento; cuatro años esperando por el Mercado Municipal; las obras de la Casa de la Cultura por terminar desde hace tiempo; la Casa de los Sall en San Francisco pendiente de apertura sine die; el Centro de Menores de Jinámar abandonado; una suciedad palpable de las calles del municipio, que piden a gritos un plan de desratización y desinfección. Y todo ello con la deuda municipal liquidada hace dos años. ¿Dónde está el progreso socioeconómico del municipio?

Creo sinceramente que Telde no puede permitirse durante más tiempo ni el ritmo de trabajo de la señora Hernández y de su equipo de gobierno, ni futuros gobiernos que escurran el bulto y no encaren de frente los auténticos problemas de los teldenses. El que no pueda o no quiera que se haga a un lado, por el bien de ese Telde al que todos queremos. Porque soy de los que piensan que del político del que hay que desconfiar no es del que promete, sino del que promete y luego no cumple.

En definitiva, frente a la política del relato, un paseo por las calles del municipio. Frente a la exaltación del propio trabajo, una conversación con los vecinos sobre los servicios que reciben de su Ayuntamiento. Y al final

Señora Hernández, acepte un debate público donde contrapongamos las ideas y pueda dar la cara. Salga del despacho, pise la calle para que se tope con la realidad, de una vez por todas y pueda dejar de mentir, porque eso es imperdonable.

Sergio Ramos. Candidato del Partido Popular a la Alcaldía de Telde