La muestra arranca el miércoles día 5 de julio, a las 19:00 horas y permanecerá hasta el 25 de julio en el centro indigenista de Gáldar
Diego Higuera Molina, el conocido ceramista y escultor, autor de la icónica estatuilla ‘Guayarmina’, que se otorga como galardón del Festival Internacional de Cine de Gáldar, reflexiona sobre toda su obra artística en la exposición, ‘Ruleta de ídolos’, una muestra retrospectiva de más de 30 años de trabajo que se resumen en alrededor de 50 piezas de terracota, además de dibujos y bocetos, que se expondrán en la Casa-Museo Antonio Padrón-Centro de Arte Indigenista de Gáldar del 5 al 25 de julio.
La exposición, que se inaugura a las 19:00 horas del mismo día 5, abarca medio centenar de piezas de cerámica realizadas entre los años 90 del pasado siglo hasta la actualidad. Muchas de ellas participaron ya en muestras anteriores, pero cerca de un 30% son inéditas. Entre ellas, varias se hicieron en el marco de colaboraciones o son fruto de la relación con otros artistas, como las series vinculadas a la diosa púnica Tanit, realizadas en paralelo con Ángel Sánchez Rivero. “Hemos incluido también trabajos paralelos de reflexión y bocetos que permiten entender mejor el proceso de creación y la continuidad de temas y formas”, explica el artista, que ha configurado la exhibición mano a mano con otro conocido artista local, Raúl Mendoza, quien actúa como comisario de la muestra.
Mirada al pasado
“Todo nuevo razonamiento parecerá obsoleto algún día”. Esta máxima, que esconde la lucha entre los valores de la innovación y la tradición, puede ser malentendida ante obras como las expuestas, dice la hoja de sala de la exposición.
Y es que la obra de Diego Higuera no trata de actualizar o compatibilizar lenguajes de antes con gustos de ahora. “El pasado es un prisma, un sistema de codificación al cual se da continuidad. No renuncia en paralelo al ejercicio de la reconstrucción y la reproducción, pero no es un ejercicio de folclore ni un posicionamiento estilístico, sino una consecuencia natural de un proceso y en ese sentido, podemos hablar de una actitud clasicista”, resume el artista sobre su concepto del arte.
El trabajo de Higuera es meridianamente claro en este debate: es artístico porque es inseparable de una actividad intelectual, apolínea porque aspira a la continuidad de conceptos atemporales que tienen que ver con la ética y la honestidad, y platónica porque parte de la búsqueda de una esencia, pero, al mismo tiempo, artesanal por oficio, dionisíaca por sensual y aristotélica, porque disfruta un material y unas técnicas, concluye la hoja de sala de la muestra.