La exposición se inaugura en Moya el miércoles día 9 de noviembre, a las 18:30 horas

 Miguel Ángel Díaz Ojeda (Moya, 1962) vive obsesionado por la luz y por la fotografía. Por eso ocupa casi todo el tiempo que le deja libre su trabajo como experto en electrónica para dar rienda suelta a su gran pasión: la fotografía de paisajes y la búsqueda de la luz perfecta. Después de años de trabajo, expone en la villa que le vio nacer. La Casa-Museo Tomás Morales, en Moya, quiere continuar con la difusión de artistas de distintas vocaciones que se encuentran vinculados al municipio, bien por nacimiento, vínculos familiares o residencia. ‘Del dorado al azul’ es la muestra de paisajes grancanarios de Miguel Ángel Díaz que se inaugura el día 9 de noviembre, a las 18:30 horas, en la Casa-Museo. La entrada es libre, hasta completar aforo. La muestra permanecerá abierta al público hasta el próximo día 4 de diciembre.

Hora dorada, hora azul, aunque muchos la denominan ‘la hora mágica’. Es un momento breve y único del atardecer, que funde en el horizonte los tonos cromáticos del día que termina y la noche por venir. Miguel Díaz, fotógrafo autodidacta y vocacional, describe el momento con sus propias palabras. “La luz es suficiente e insuficiente a la vez en ese instante de transición, de inquietante belleza y engañosa serenidad. No son lo mismo, pero sí se suceden la una a la otra, aunque ambas se llamen ‘hora’; quizás, lo deberíamos llamar ‘momento’, porque son solo unos minutos en los que pasamos de los tonos cálidos y dorados a los fríos y azules, que se mezclan con la luz artificial de nuestras ciudades”.

Esta es la filosofía que gira en torno a la exposición fotográfica ‘Del dorado al azul’, una sucesión de momentos paisajísticos, casi todos isleños, en los que el estudio de la luz se transforma en una obsesión por captar ese momento único que se repite cada día justo antes de llegar al ocaso. “Canarias, por estar muy cerca del ecuador, tiene una luz maravillosa, sobre todo cuando el sol cae y en el cielo aparece una paleta de colores espectacular, difícil de ver en otras zonas más al norte”, asegura Díaz, un enamorado de los colores de su tierra.

Hay muchas localizaciones naturales de Gran Canaria en la exposición que son inolvidables para este amante de la fotografía paisajística. “Por elegir un paisaje de  mi tierra”, asegura, “escogería el pico de las Nieves y la cumbre de Gran Canaria en general; lo que  Unamuno llamó ‘La tempestad petrificada’. Me viene la imagen de un atardecer con cielo despejado y los alisios deslizándose por las laderas de los barrancos, por ejemplo”.

Su infancia le vincula de igual modo al poeta modernista Tomás Morales y a su villa natal, Moya. “En mi infancia, la Casa-Museo era mi segunda casa; a finales de los 70 y principios de los años 80, la casa tenía una pequeña biblioteca en la que pasaba muchas tardes entre enciclopedias y libros. La figura del poeta siempre estaba presente”.