Parece ser que la canícula veraniega le ha inflamado la quijotera-léase cabeza- al concejal de acompañamiento y vuelve por sus fueron a pedir Cultura, cansado ya de que le echen en cara el sueldo que no se gana, que una cosa es cambiar de chaqueta cada vez que haga falta y otra pasar por gandul…

Cada vez que se toca la situación del concejal Juan Martel en el ayuntamiento de Telde- como hizo ayer el director de ONDA GUANCHE– la herida supura por todos lados.

Los cenáculos políticos son un hervidero, ya que aún no se comprende como el alcalde de Telde ha dejado de lado su locuacidad habitual, para parapetarse en el ignominioso silencio, que tanto daño le hace.

En la concejalía de Cultura- donde tiene Juan Martel despacho como concejal in pectore, dan por hecho que tras las vacaciones se producirán cambios, no aciertan todavía a decir cuales pero se atisban en el horizonte.

Parece ser que la canícula veraniega le ha inflamado la quijotera-léase cabeza- al concejal de acompañamiento y vuelve por sus fueros a pedir Cultura, cansado ya de que le echen en cara el sueldo que no se gana, que una cosa es cambiar de chaqueta cada vez que haga falta y otra pasar por gandul….

Vuelve a enrocarse con Cultura y es que es una delegación que viste mucho y no tiene que hacer nada, ya que el trabajo lo hace Gestel, de tonto no tiene un pelo.

Lamentable la situación que se está dando en el cuatripartito gobernante, con un rol absolutamente inédito en la política teldense, que mira que es raro porque en esta ciudad se han tocado todos los palos.

Ocurra lo que ocurra este desgate ya no se lo quita nadie al grupo de gobierno y es que pagar con dinero público a un concejal para sustentar una mayoría…es bastante deprimente