Michael A. Galascio Sánchez. Doctor en Psicología de la Salud y Clínica, licenciado en Ciencias Políticas

Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Génesis 3:7

La inteligencia artificial ya se utiliza para manipular a los ciudadanos y las estructuras sociales. Si bien la tecnología puede parecer inocua, resulta esencial comprender cómo afectará a la sociedad a largo plazo. En los últimos años, la utilización de la inteligencia artificial (IA) en la política se ha intensificado de forma extraordinaria. Ya en 2016, The Huffington Post publicó un artículo escrito por IA titulado «Por qué perdió Hillary». Mientras que, durante las elecciones presidenciales francesas de 2017, Facebook anunció que utilizaba inteligencia artificial para combatir las noticias falsas en su plataforma. Aunque estos artículos creados por AI parezcan inofensivos, son capaces de alterar las percepciones ciudadanas. Los individuos son más propensos a creer una noticia publicada en línea que en papel. Además, el uso de la IA por plataformas tecnológicas como Facebook es preocupante porque resulta difícil determinar qué es real y qué no, en una plataforma que cuenta con más de dos billones de usuarios.

En este contexto, la inteligencia artificial se utiliza para construir una estructura social que beneficia a un determinado grupo de personas. Se trata de una pequeña tecnocracia nómada, sin sentido de identidad ni de pertenencia y al servicio de una élite. Esta tendencia se ejemplifica en el modo en que las empresas utilizan la IA para ofrecer servicios de atención al cliente. Por otra parte, el uso de la inteligencia artificial en política es cada vez más polémico. Mientras que algunos afirman que servirá para que crezca la conciencia individual de las libertades en el sistema democrático, otros sostienen que hará que los políticos sean menos responsables y más poderosos.

Por este motivo, las actuales revoluciones en inteligencia artificial (IA), aprendizaje automático (ML- machine learning) y Big Data plantean cuestiones éticas y políticas. Su auge ha alterado radicalmente la forma en que los políticos apelan a los votantes, y seguirá desafiando el orden establecido en torno al derecho de voto, tanto en el plano político como en el personal.[1]

Las innovaciones de la tecnología digital generan trastornos en las economías y sociedades de todo el mundo, dando lugar a problemas de gobernanza y conflictos políticos. Por ello, es crucial examinar las transformaciones sociales y los retos políticos asociados a la AI y la TD, centrándonos en el debate y la investigación política activa.[2][3]

Como resultado, los debates en el Consejo Europeo son elementos críticos para proporcionar una gobernanza basada en los derechos humanos a la IA, las tecnologías digitales y las plataformas de medios sociales, incluso cuando la inteligencia artificial sea operada por empresas privadas. Cualquier decisión adoptada por las compañías que actúan en las plataformas de medios sociales podría tener consecuencias de gran alcance para nuestra democracia. Estas empresas tienen tanto control sobre el acceso a la información que pueden influir en los debates públicos asumiendo poca o ninguna responsabilidad.[4]

Los líderes políticos deben utilizar las plataformas de los medios sociales con precaución y dignidad, y condenar públicamente cualquier ataque online u offline contra los periodistas y sus familias. Es fundamental protegerse de las consecuencias negativas, así como del posible mal uso de los poderes que ejercen quienes utilizan las nuevas tecnologías. [5]

Dado que la IA puede utilizarse para manipular a los votantes de forma individual difundiendo informaciones falsas mediante bots, manipulando psicológicamente al electorado vulnerable con apelaciones emocionales específicas, e incluso dirigiendo ejércitos de bots para pulular por las redes sociales a fin de suprimir la disidencia, en el ámbito político, se deben aprobar leyes, ejecutar bots para detectar y combatir las noticias falsas y la desinformación, e informar a los votantes sobre los candidatos y los temas. [6][7]  

Las soluciones de inteligencia artificial pueden utilizarse para llegar a los ciudadanos y ayudarles a estar mejor informados. Se pueden realizar campañas microdirigidas para educar a los votantes de manera imparcial en una variedad de temas políticos, permitiéndoles formar sus propias opiniones. En esta línea, la IA puede contribuir a que los ciudadanos conozcan las posturas políticas de cada candidato sobre los temas que más les afectan. Existen proyectos que utilizan herramientas de IA de última generación para analizar los memes políticos manipulados en las redes sociales, que son una importante fuente de desinformación y contribuyen a la inestabilidad política.[8]

Es necesario desarrollar un sistema que emplee modelos automatizados para comprender cómo los actores políticos, tanto gubernamentales como no gubernamentales, utilizan los medios sociales para deshumanizar e incitar a la violencia contra los opositores. En esta vía, se pueden incluir algoritmos específicos, así como la infraestructura necesaria para aumentar la vigilancia de múltiples ecosistemas de medios sociales. En la actualidad se dispone de Big Data para optimizar el rendimiento de las campañas. Este tipo de operación política era novedosa en 2008 y 2012, pero ahora es estándar, con la inteligencia artificial integrada en la mayoría de las herramientas de análisis de datos de campaña, plataformas de información de encuestas y estrategias de relaciones públicas políticas.[9]

Muchas empresas privadas están aumentando su eficiencia y productividad aprovechando las tecnologías emergentes en los campos de la IA, la robótica y la computación en la nube. La utilización de estas tecnologías puede hacer que las organizaciones gubernamentales sean más eficientes y ofrezcan más trabajos de alta calidad a sus empleados, aumentando su satisfacción. El gobierno puede decidir qué tareas se asignan a las máquinas y cuáles requieren la intervención humana, pero mediante el uso de aplicaciones de IA, podemos ahorrar cantidades significativas de tiempo dedicado al trabajo manual y darle un mejor uso. Los empleados pueden emplear más tiempo a las decisiones que requieren intervención humana, ya que la mano de obra humana es incapaz de procesar grandes cantidades de datos, especialmente los recogidos por el ejército, la industria aeroespacial y otros sectores gubernamentales estratégicos.[10]

Las máquinas absorben el conocimiento a través de los datos que les suministran los humanos, lo que hace por ahora que la inteligencia humana sea indispensable para la evolución tanto de las máquinas como de las sociedades.

La IA puede parecer una fuerza espectral en el sentido de desmaterializar la computación, pero estos sistemas están lejos de ser abstractos. Podemos dejar de pensar en la IA como un ámbito exclusivamente tecnológico una vez que la situemos en el contexto de estas estructuras y sistemas sociales más amplios.[11]  

La AI tiene que ver esencialmente con las prácticas tecnológicas y sociales, las instituciones y las infraestructuras, la política y la cultura. En consecuencia, la AI es una idea, una infraestructura, una industria, un modo de poder y una forma de ver; es también la expresión de un capital altamente organizado, apoyado en sistemas masivos de extracción y logística, con cadenas de suministro que circundan un planeta agotado.

La IA también puede utilizarse para avanzar en los objetivos de políticas gubernamentales específicas (como los servicios de emergencia, la asistencia sanitaria y la seguridad social), al tiempo que ayuda al público a relacionarse con el gobierno (a través de, por ejemplo, asistentes virtuales que contemplen las necesidades reales de los usuarios). Además, podría ser una de las herramientas más potentes para que los responsables de la toma de decisiones apliquen políticas basadas en datos, y mediante técnicas de aprendizaje automático y análisis predictivo, que podría proporcionar información precisa sobre lo que necesita un país y cómo abordar sus problemas.[12][13]

Las políticas basadas en datos permitirán a los gobiernos responder a sus ciudadanos, lo que dará lugar a sistemas más democráticos. Unas normas más estrictas de protección de datos y de rendición de cuentas de los algoritmos también pueden reducir el grado de aplicación incorrecta del aprendizaje automático en el ámbito político.[14] El uso de la IA en las administraciones públicas y en las empresas también debe ser objeto de control público, tanto para garantizar que los principios acordados se interpretan y aplican correctamente en la práctica, como para responsabilizar a los encargados cuando no sea así.

Los riesgos potenciales asociados al uso de la IA en la administración pública incluyen que la IA sea susceptible de sesgo, la falta de transparencia sobre cómo las aplicaciones de inteligencia artificial pueden tomar decisiones, y la responsabilidad de tales decisiones.

Los líderes deben examinar de forma crítica los beneficios, los inconvenientes y los riesgos potenciales asociados a la adopción generalizada de las tecnologías emergentes que estamos experimentando en la política, con el fin de permitir una formulación de políticas eficaces y, en última instancia, salvaguardar la democracia contra influencias potencialmente peligrosas. Es fundamental que los gobiernos encuentren soluciones adecuadas, sobre todo para garantizar que la tecnología se beneficie de la libertad de expresión y la refuerce, y que demuestren un firme compromiso con los medios de comunicación libres, independientes y pluralistas, que son los cimientos de una democracia sana.

Si algunos tienen acceso a las nuevas tecnologías y otros no, y si los que ya están en posiciones de poder son capaces de aprovecharlas para aumentar su propio poder, esto puede exacerbar los desequilibrios de poder existentes en las sociedades. En otros casos, sin embargo, se están tomando decisiones deliberadas para aprovechar el potencial de la IA, reforzar los estereotipos y concentrar el poder político, social y económico en menos manos. Los filósofos han afirmado con frecuencia que el conocimiento es neutral, pero las aplicaciones que hacemos de él pueden tener consecuencias positivas o negativas. Las redes sociales politizadas proporcionan un flujo de datos en tiempo real que puede analizarse para detectar tendencias que indiquen una mayor probabilidad de brotes de violencia política.[15]

No es casualidad que la filosofía haya sido suprimida como materia optativa en la ESO y en la Educación Secundaria en España, porque la filosofía enseña a pensar y, como resultado, a crear, transformar y sentir: el modo de vivir. Tanto la experiencia individual como la construcción social, el pensamiento crítico, la acción política, así como el conocimiento y la libertad son generados por la filosofía. Y nada de esto interesa a un grupo de políticos cuyos afanes de control les ha llevado a traicionar su humanidad.

[1] https://blogs.lse.ac.uk/businessreview/2021/07/14/the-ethics-and-politics-of-artificial-intelligence/

[2] Ibídem

[3]https://www.csis.org/blogs/technology-policy-blog/evolving-role-artificial-intelligence-and-machine-learning-us-politics

[4]https://www.coe.int/en/web/commissioner/-/artificial-intelligence-intelligent-politics-challenges-and-opportunities-for-media-and-democracy

[5] https://blogs.lse.ac.uk/businessreview/2021/07/14/the-ethics-and-politics-of-artificial-intelligence/

[6]https://medium.com/@drpolonski/artificial-intelligence-can-save-democracy-unless-it-destroys-it-first-7b1257cb4285

[7]https://www.csis.org/blogs/technology-policy-blog/evolving-role-artificial-intelligence-and-machine-learning-us-politics

[8]  https://kroc.nd.edu/research/artificial-intelligence-social-media-and-political-violence-prevention/

[9]https://www.csis.org/blogs/technology-policy-blog/evolving-role-artificial-intelligence-and-machine-learning-us-politics

[10] https://www.intel.com/content/www/us/en/government/artificial-intelligence.html

[11] Ibídem

[12] http://www.oecd-forum.org/posts/atlas-of-ai-power-politics-and-the-planetary-costs-of-artificial-intelligence

[13]https://medium.com/@drpolonski/artificial-intelligence-can-save-democracy-unless-it-destroys-it-first-7b1257cb4285

14  https://www.analyticssteps.com/blogs/how-artificial-intelligence-ai-can-be-used-politics-government

[15]  https://kroc.nd.edu/research/artificial-intelligence-social-media-and-political-violence-prevention/

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