El obispo auxiliar Cristóbal Déniz hizo el anuncio antes de culminar la solemne eucaristía en Teror
El obispo auxiliar de la Diócesis de Canarias, Cristóbal Déniz, anunció en Teror, casi al término de la solemne eucaristía, que en 2025 la imagen de la Virgen del Pino bajará a la capital grancanaria y visitará la Basílica San Juan de Telde y San Rafael, en Santa Lucía de Tirajana. Será a finales de mayo o principios de junio.
Según expuso, Déniz «los actos y celebraciones litúrgicas que se desarrollarán durante el tiempo que la imagen de la Virgen del Pino permanezca en Las Palmas de Gran Canaria, se publicarán oportunamente para facilitar la participación activa de todos los fieles. Se estima como fechas posibles los últimos días de mayo y las primeras semanas de junio de 2025«.
En este sentido, el representante de la diócesis añadió que «deseamos que este encuentro de la Virgen del Pino con su gente, sea una oportunidad para expresar el valor y la adhesión a nuestra tradición religiosa, así como a renovar nuestro compromiso con los valores del Evangelio».
Migrantes como armas arrojadizas
El Obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos, pidió durante la homilía en Teror, en el día grande de los festejos por el Día del Pino, un trato digno a los migrantes y que no sean utilizados como armas reivindicativas. Ante el drama que supone el problema de la migración «también tenemos que escuchar la voz de Jesús y tener presente que esa agua amarga y salada del Atlántico se puede convertir en el vino de la fraternidad y la comunión cuando se respete la dignidad de todas las personas», sostuvo.
Por ese motivo, «es ese respeto el que nos lleva a denunciar las políticas populistas y alarmistas que alimentan temores entre la gente. Es esa dignidad la que obliga a no usar a las personas migrantes y a los menores como armas reivindicativas«, reclamó.
«Es el amor a los pobres el que nos obliga a buscar soluciones entre todos para que el desierto y el océano atlántico dejen de ser cementerios para tantos. Es por ello que hay que favorecer ayudas y conciertos con los países de origen para facilitar una inmigración ordenada, solidaria y justa. Como afirma el papa Francisco, «el problema de la migración empezará a tener solución cuando se amplíen las rutas de acceso seguras y las vías de acceso legales para los migrantes, cuando se facilite el refugio a quienes huyen de la guerra, de la violencia, de la persecución y de tantas calamidades. Lo conseguiremos» –nos dice- fomentando por todos los medios una gobernanza mundial de la migración basada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad«, añadió.