No se puede permitir que los cargos de confianza como el caso que nos ocupa, compatibilicen salarios de la actividad privada con la dedicación exclusiva que obliga a la dedicación completa a la actividad política y asesoramiento en el Ayuntamiento de Telde
La primera vez que se produjo el cese de un asesor, fue la del abogado Carlos La Chica Pareja, siendo alcaldesa de Telde, Carmen Hernández. La Chica Pareja era asesor del concejal de Cultura, Juan Martel.
Ayer destacaba el digital ONDAGUANCHE, que un asesor del gobierno de Telde, Roberto Almeida Barrera, podría estar incurriendo en una ilegalidad al estar, presuntamente, ejerciendo una actividad profesional privada teniendo dedicación exclusiva con el Ayuntamiento. Un asesor, con una retribución anual de 29.500 euros, adscrito al área de Cultura y Patrimonio Histórico, que coordina Juan Martel.
Un caso de incumplimiento de la Ley que ha de dirimir al alcalde de Telde, Juan Antonio Peña (CIUCA), quien debe ser más riguroso a la hora de saber que hace cada uno de los 27 asesores que paga con dinero público.
No se puede permitir que los cargos de confianza como el caso que nos ocupa, compatibilicen salarios de la actividad privada con la dedicación exclusiva que obliga a la dedicación completa a la actividad política y asesoramiento en el Ayuntamiento de Telde.
Solo hay que recordarle a Peña, que estando en la oposición como portavoz de Ciuca, consideró muy grave la situación del asesor Carlos La Chica, entonces decía que: “Se deben depurar responsabilidades, abrir el oportuno expediente sancionador y posiblemente reclamar la responsabilidad patrimonial, es decir, los salarios que ha cobrado del Ayuntamiento”. Peña argumentó que “el cese nocturno del asesor no debe quedarse ahí, y la alcaldesa debe investigar todo lo sucedido y asumir responsabilidades, de no ser así, se entenderá que ha sido cómplice en todo momento de los hechos”.
Subrayó que “las leyes y las normas son iguales para todos, y Carmen Hernández no puede mirar para otro lado, porque fue ella quien decretó su nombramiento y es su responsabilidad como personal de confianza de alcaldía”. Además, pidió “responsabilidad y compromiso” al resto de cargos de confianza, recordando la obligación de cumplir con la dedicación exclusiva. “No se entiende que una persona contratada para el Ayuntamiento haga horas o servicios para otra empresa”.
Veremos si el ahora el Alcalde de Telde, actúa con la misma diligencia que lo hizo la entonces alcaldesa, Carmen Hernández, y procede al cese del asesor.