La cárcel grancanaria, cuarta de España en incidentes hasta octubre del año pasado | El sindicato Acaip achaca el repunte al «hecho insular» y el «desarraigo»

Las prisiones españolas registraron el año pasado un repunte de conflictos y ataques a funcionarios con respecto a 2016, el peor de la serie de los últimos años, según los sindicatos. Intentos de motín, ataques con cuchillo y drones introduciendo móviles son algunos de los problemas de centros penitenciarios como el de Las Palmas II, que se sitúa como la cuarta que más agresiones registró hasta octubre de 2022.

El penal de Juan Grande tiene el dudoso honor de ser el único del top 5 de la lista que no llega al millar de internos. Aun así, registró un total de 13 agresiones a funcionarios en los tres primeros trimestres de 2022. En 2016 se registraron 19 entre los dos penales grancanarios, pero el año pasado, solamente esta conflictiva prisión ya se puso en cifras similares.

El penal de la localidad de Juan Grande registró un intento de motín en marzo de 2022

El problema de esta prisión, cuentan desde la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), es «el hecho insular, con una naturaleza muy distinta a las cárceles de la península. Hay muchos internos que llegan y tienen el factor del desarraigo. Como también influye el de la inmigraciónSon factores que acaban sumando para que se genere un clima de conflictividad».

En Juan Grande hubo un intento de motín el año pasado. Los hechos ocurrieron en marzo, cuando se ordenó el traslado de un interno de una galería de aislamiento a otra galería del mismo departamento. El preso no obedeció la orden de recogida de sus pertenencias y fue jaleado y secundado en su resistencia por otros internos de la misma galería, que comenzaron a golpear sus puertas, según explicaron desde la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP).

Seguidamente, los internos rompieron los cristales de sus celdas y parte de los muros de separación. Se hicieron así con objetos que intentaron usar para agredir a los funcionarios. Finalmente, la asociación explicó que los funcionarios pudieron quitarles los objetos y trasladar a los internos, quienes no cesaron en sus insultos y amenazas, poniendo en peligro la integridad física y vida de los trabajadores.laprovincia.es