Estamos acostumbrados a votar siglas o a mirar tan solo al que encabeza la lista, si nos molestásemos en leer los candidatos que figuran en ellas nos iríamos sin votar, o lo haríamos en blanco

Cuando en España se recupera la democracia, la mayoría de las personas que formaban parte de las listas electorales, ya habían demostrado quiénes eran en la sociedad, y tenían un alto grado de conocimiento en la ciudadanía a la que iban a dirigirse para pedir el voto.

La mayoría de las personas que forman parte de las listas que se presenta a las municipales en Telde, salvo los cabezas de listas y en algunos caso el segundo o tercer candidato, son unos perfectos desconocidos que no ilusionan a los votantes porque no les conocen ni en la escalera donde viven. Puede que incluso estén mejor formados que hace algunas décadas, pero en la sociedad actual la titulitis ya no impresiona tanto y lo que motiva al elector es conocer a quienes va a votar y no solo al que encabeza la lista.

Sin duda alguna el electorado convocado a las urnas el próximo 28 de mayo está cada vez más preparado y observa como los partidos siguen empecinados en colocar candidatos que no representan de forma mayoritaria a la gente, que no son conocidos por la contribución social en su ciudad.

Estamos acostumbrados a votar siglas o a mirar tan solo al que encabeza la lista, si nos molestásemos en leer los candidatos que figuran en ellas nos iríamos sin votar, o lo haríamos en blanco, totalmente decepcionados y que hastía tanta mediocridad.

Luego nos quejamos de la altísima abstención que se registra en Telde, pero a veces hasta entendemos el hartazgo y la desafección política de los ciudadanos ante tanta mediocridad. Maribel Castro. Directora de canariasinformativa.com