La libertad religiosa no significa más que la defensa del laicismo de las estructuras sociales, que se salta a la torera Juan A. Peña olvidando que gobierna para una ciudad de 103 mil almas donde cada uno profesa la religión que cree conveniente

Juan A. Peña se pasa por el forro de los caprichos el laicismo institucional que debe imperar en toda institución, desde el mismo momento en que fue investido como alcalde de Telde en junio de 2023. La falta de respeto que supone la invasión de este político en los actos religiosos, no parece que tenga remedio.

La penúltima gansada ha sido poner en la contraportada (adjuntamos foto) del programa de la semana Santa de Telde, el eslogan del gobierno municipal: «Telde Adelante» sin el más mínimo recato.

En una sociedad democrática los ateos, los cristianos, los judíos o los musulmanes tienen que aceptar y acatar el laicismo, como pluralidad democrática, en la que se respeten las posturas, creencias e ideas más diferentes. La libertad religiosa no significa más que la defensa del laicismo de las estructuras sociales, que se salta a la torera Juan A. Peña olvidando que gobierna para una ciudad de 103 mil almas donde cada uno profesa la religión que cree conveniente.

Laicismo es sinónimo de democracia, quien no entienda esto, no es demócrata, Peña mezcla todo en un batiburrillo sin  separar la política de religión y así mete todo en un cajón de sastre quedando un trampantojo que aterra, sobre todo cuando utiliza algo tan sagrado para los cristianos como es la semana Santa para dar bombo y platillo al eslogan del pacto frankenstein que dirige. Maribel Castro, directora de canariasinformativa.com