Teldelandia es solo un espejismo que trata de ocultar la carencia de alumbrado navideño en otros sectores en los que se ponía de forma cotidiana, simplemente han cambiado los lugares que se iluminaban en ocasiones anteriores por la saturación en el recinto cerrado de Arnao

Esta frase se la oía decir a mi madre un montón de veces y resulta que eso es lo que ha pasado en Telde con el alumbrado navideño.

El grupo de gobierno de Telde, ha vendido como un hito histórico, “Teldelandia, el Jardín de la Navidad», sito en el parque Arnao, un recinto donde se ubican una veintena de motivos decorativos, lo que ha resultado un tema completamente inédito en nuestra ciudad, ya que anteriormente solo se ponía un par de guirnaldas en las entradas del parque.

Ha bastado hacer un recorrido por nuestra ciudad para que nos demos cuenta de que no hay más luces en Navidad este año, y que Teldelandia es solo un espejismo que trata de ocultar la carencia de alumbrado navideño en otros sectores en los que se ponía de forma cotidiana, simplemente han cambiado los lugares que se iluminaban en ocasiones anteriores por la saturación en el recinto cerrado de Arnao.

Hemos echado de menos que la rotonda de El Roque, piedra angular en la comunicación viaria de Telde, que siempre se ornamentaba magníficamente, haya pasado desapercibida para, el concejal de alumbrado Juan Fco. Artiles.
A esto se suma la nula decoración navideña de la Avenida del Cabildo, que luce cuatro bombillos en algunos árboles de las ramblas.

Grotesco se nos antoja el “hurto” del clásico árbol de Navidad de la plaza de San Gregorio para colocarlo a la entrada de la ciudad en unos terrenos privados.

La rotonda de La Maternidad en La Barranquera, era otro de los lugares que cada Navidad se esmeraba en adornar el concejal del ramo, Cuqui lo sabe y aún así no ha colocado una bombilla.

La rotonda del acueducto era otra a la que por estas fechas adornaban cuidadosamente y que curiosamente, también la han olvidado.

No hablemos de los barrios, en que siempre se colocaba algún motivo navideño, ahora saben que pronto será Navidad por el calendario, ni una bombilla en el horizonte.

No lo entendemos, de ahí lo de vestir a un santo para desvestir a otro, hay que tender a que cada año sean más los lugares a los que llegue el alumbrado navideño y no cargarse lo que ya era emblemático para atiborrar el parque de Arnao.

Por cierto que mientras se presume de alumbrado faraónico anunciado a bombo y platillo, la ciudad sufre múltiples apagones diarios en diferentes barrios que están suponiendo graves trastornos a los vecinos visitantes y comerciantes.