Una pataleta y un lloriqueo propios de una bisoña y no de alguien que lleva muchos años en política, yno se puede dar una imagen tan patética como la ofrecida por Carmen Hernández, en el último pleno que le tocó presidir obviando la brillante victoria de Juan A. Peña, (Ciuca)

A los cargos no sólo es importante llegar, “sino también saber irse” y ni tan siquiera eso, irse con elegancia ha sabido Carmen Hernández, la ya ex alcaldesa de Telde.

En el último Pleno, celebrado el pasado miércoles en la Casas Consistoriales, no tuvo la elegancia de felicitar al ganador de las elecciones locales y futuro alcalde de Telde, Juan Antonio Peña.

Es normal que tras el batacazo de la candidatura de Nueva Canaria, Hernández se haya quedado tocada, heredó una organización que ganaba sistemáticamente las elecciones en Telde y ha obtenido el peor resultado de su historia, tras perder cuatro concejales, pero de ahí a perder la elegancia y no felicitar al nuevo alcalde, media un abismo.

Ha hecho una valoración bastante lasa de sus 6 años de alcaldesa, en la que no asume ninguna responsabilidad y se encuentra como siempre, encantada de conocerse y los teldenses son unos desagradecidos por no responderle adecuadamente en las urnas.

Se permite el lujo incluso de decir que Telde ha caminado durante sus mandatos por la senda de la recuperación, y que espera que siga así, porque sigue sin asumir que ha tenido unos mandatos desastrosos que han llevado a los teldenses al hartazgo.

Una pataleta y un lloriqueo propios de una bisoña y no de alguien que lleva muchos años en política, no se puede dar una imagen tan patética como la ofrecida por Carmen Hernández, en el último pleno que le tocó presidir obviando la brillante victoria de Juan A. Peña, (Ciuca) y que se inaugura un nuevo ciclo político en Telde. Maribel Castro. Directora de canariasinformativa.com