En su pregón, Ramos repasó los orígenes de la devoción lagunera a San Benito, de su romería y de algunas de sus tradiciones más arraigadas, agradeciendo en este punto la colaboración del investigador Julio Torres, “que me sumergió amablemente en la historia de la romería de San Benito”

El acto se ha celebrado en la propia ermita de San Benito, respondiendo a la intención del Ayuntamiento de acercar el programa de actos al barrio donde nació la fiesta. Así lo recordó el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, en sus palabras de presentación del pregonero: “Si estas fiestas son un reencuentro con la tradición agrícola y ganadera de nuestro municipio, es justo que buena parte de los festejos vuelvan a su lugar de origen, que es este querido barrio de San Benito y el entorno de este templo”, aseguró, señalando que “pocas advocaciones tienen la capacidad para conectarnos tan estrechamente con nuestras raíces”, una idea en la que también incidió el párroco de San Benito, Víctor Oliva.  

El alcalde destacó la valía de José Manuel Ramos para “pregonar nuestra fiesta popular más arraigada” e indicó que “tenemos la inmensa fortuna de contar con una de las personas que mejor conocen nuestras raíces musicales. Y la música es la voz más sincera que nace del corazón de un pueblo”.  

Tras agradecer la confianza dada por el alcalde, José Manuel Ramos comenzó sus palabras reconociendo su interés “en el mundo de la tradición, sus cantadores y las coplas que elegían”, aseguró. “Siempre tuve la inquietud de escuchar, aprender y memorizar las coplas que cantaban los viejos y no tan viejos de la Punta del Hidalgo, donde nací y más tarde comprobar que no era en la Punta donde único se hacían esos cantares y de cómo esas coplas se regaron por las islas, muchas de ellas llegadas de la península”.  

El cantante e instrumentista relató que “con los años me he ido convirtiendo en una especie de policía de las coplas y sus variantes. Más tarde me di cuenta de que tuve el mejor libro de consulta en mi madre, que a su vez lo había tenido en su padre y hermanos” y evocó sus “años de primera juventud, en la que escuchaba a los cantadores de mi pueblo, poseedores de esa verdad a la hora de cantar y que despertaron mi interés por seguir sus pasos y enseñanzas”.  

En su pregón, José Manuel Ramos repasó los orígenes de la devoción lagunera a San Benito, de su romería y de algunas de sus tradiciones más arraigadas, agradeciendo en este punto la colaboración del investigador Julio Torres, “que me sumergió amablemente en la historia de la romería de San Benito”. 

El pregonero de las fiestas subrayó su interés por rescatar a los autores de coplas, por más que muchas de ellas sean anónimas. Entre otras figuras destacó a Juan Pérez Delgado ‘Nijota’, a quien calificó como “gran valedor de las romerías”; Diego Crosa ‘Crosita’, cuya “aportación al coplero canario de este genial autor fue decisiva”; o Rafael Hardisson, “músico, compositor, conferenciante, empresario, fundador y profesor del Conservatorio de Música de Santa Cruz de Tenerife, que es autor de muchas coplas hoy populares”.  

Igualmente subrayó la importancia del concurso Espiga de Oro, “que también tuvo su fiesta en forma de recital en el que parrandas, agrupaciones folclóricas e invitados cantaban las coplas premiadas y que se llamó ‘fiesta de la copla’, celebrándose en el Teatro Leal”. E hizo referencia, entre otros, al sacerdote Sebastián Padrón Acosta, autor del premio Espiga de Oro a la mejor copla del primer concurso del año 1952 y a Enrique Maffiotte, autor de las coplas adjudicadas con los dos primeros premios; además de “una lista interminable de agrupaciones, en las que sus cantadores lo hacían a San Benito en coplas a forma de ruego, buscando su protección y benevolencia”, indicó, antes de finalizar deseando larga vida a la copla y a la Romería de San Benito Abad.  

Para concluir el acto, el alcalde y concejal de Fiestas, Dailos González, hicieron entrega de un detalle al pregonero, antes de que el propio José Manuel Ramos ofreciera una actuación musical junto a su grupo.