La acción artística convierte el emblemático el espacio arquitectónico en un homenaje colectivo del Día de Muertos y de Todos los Santos desde el 5 de octubre al 12 de noviembre

El Día de Muertos celebra en familia la vida y la memoria de los que se han ido. La artista visual Betsabeé Romero recoge el sincretismo de la tradición mexicana para unirlo al de la tradición europea del día de Todos los Santos y, al mismo tiempo, recordar en comunidad el drama de la migración. La Casa de Colón, el museo que gestiona el Cabildo de Gran Canaria en el corazón de Vegueta, es el lugar escogido para convertirse más que nunca en puente de culturas y de mundos artísticos, el contemporáneo y el popular. ‘Escaleras al cielo. Migrando y siendo migrados por la Historia’ es la ambiciosa propuesta artística que se propone ‘invadir’ desde el día 5 de octubre, a las 20:00 horas, el emblemático museo, transformándolo, por dentro y por fuera, en un espectáculo visual colectivo que abarcará las dos fachadas principales (las de la Plaza del Pilar Nuevo y la de la Plazoleta de los Álamos), así como el patio mayor (Universidad), y el patio del Pozo, donde se ubica el Altar de Muertos.

La iniciativa, organizada por la Casa de Colón, permanecerá hasta el día 12 de noviembre y cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de Turismo LPA Las Palmas de Gran Canaria S.A., y la colaboración de la Galería ‘Saro León’, y el hotel ‘Suites 1478’. En la mañana de este jueves, día 5 de octubre, horas antes de la inauguración oficial, se realizó la presentación oficial de la original propuesta artística con la presencia de la consejera insular de Cultura, Guacimara Medina Pérez, el concejal de Turismo, Ciudad de Mar, Desarrollo Local y Solidaridad Internacional, Pedro Quevedo Iturbe, la directora de la Casa de Colón, Elena Acosta Guerrero, la galerista Saro León y, por supuesto, la artista responsable de ‘Escaleras al cielo’, la mexicana Betsabeé Romero.

“La vocación de la Casa de Colón es la de celebrar el Día de Muertos en torno a la idea que compartimos de crisol de culturas, de historia entre las dos orillas del Atlántico. La Casa de Colón siempre ha sido referente cultural de las Islas Canarias”, dijo la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, para presentar el ambicioso proyecto expositivo. “El turismo cultural también es bienvenido en este espacio”, destacó la responsable insular de cultura, quien habló además de la problemática de la migración como eje conductor de la intervención. “Es un problema que no tiene color político ni una interpretación ideológica, todo lo contrario. Es una constante a la que no podemos dar la espalda”, afirmó.

El concejal del Ayuntamiento capitalino, Pedro Quevedo, como representante de una de las administraciones que colaboran en el proyecto, habló del interés del Consistorio por promover que los miles de visitantes que recibe la ciudad anualmente experimenten la riqueza de su pasado cultural.  “A nosotros nos interesa que las personas que nos vienen a visitar aprecien lo que tenemos, en primer lugar, porque es bueno y positivo para la gente que vive aquí, porque si no, se produce un fenómeno de aculturación en el que no estamos en absoluto interesados”, valoró el edil.

La directora de la Casa de Colón, Elena Acosta, intervino con la emoción de presentar su último proyecto antes de su jubilación, y se apresuró a recordar que “los edificios históricos y los museos, guardianes de la memoria, son un símbolo. La Casa de Colón es un símbolo de esta ciudad. Es el museo más visitado y con un recorrido histórico con objetivos claros de estudiar nuestras relaciones atlánticas y con América. Desde hace 15 años celebramos la cultura mexicana con un altar de muertos, dedicado a alguna personalidad, pero en esta ocasión y, por primera vez, se ha intervenido en todo el edificio para que sea un grito en la pared. De alguna manera, el diálogo de lo contemporáneo con lo histórico tiene que ser algo fundamental que hagamos los museos”, afirmó.

Mestizaje en el cruce atlántico de caminos

Betsabeé Romero es una destacada y reconocida artista visual mexicana. Su obra forma parte de las colecciones permanentes de las principales pinacotecas del mundo, como el British Museum o el Museo de Arte Moderno de México. Posee un peculiar lenguaje artístico que comprende instalaciones, arte-objeto, intervenciones y vídeos que siempre reflejan temas de importancia social como la migración, los roles de género, las tradiciones mexicanas, la religiosidad o el mestizaje.

‘Escaleras al cielo’ es una intervención de sitio específico, “relacionada con los múltiples niveles de significación que tiene el espacio arquitectónico de la Casa de Colón en términos históricos, culturales, y hasta geográficos, tanto para el público europeo como para el de las Américas”, describe la artista sobre la obra.

La intervención se concibe para Betsabeé Romero como “la resemantización contemporánea de los elementos más tradicionales e importantes de las ofrendas de muerto mexicanas dedicadas, en este caso, a la memoria de los migrantes que han quedado en ese difícil trayecto de querer sobrevivir y lograr una vida mejor”. Se trata de un conjunto de instalaciones contemporáneas, ubicadas en las fachadas, pasillos y patios de la Casa de Colón, que busca, en palabras de su creadora, “compartir un duelo común, tanto para países con fronteras duras hacia Europa como hacia Norteamérica, como sucede en México”.

Una propuesta visual y sostenible

Los elementos tradicionales del Día de Muertos son recuperados por Betsabeé Romero para otorgarles una nueva vida y significación sobre la base del uso de materiales reciclados. Esqueletos y calaveras de hojalata, escaleras de flores de plástico reciclado hechas a mano, telas estampadas o tiras de papel picado hidrofóbico forman parte del impresionante ‘collage’ visual y simbólico que llenará de color el otoño en el corazón del tradicional barrio de Vegueta.

La instalación artística en el espacio de la Casa de Colón planteada por la creadora mexicana construye visualmente una rica narrativa que nos recuerda las desgarradoras existencias de aquellos y aquellas que vieron reducidos a cenizas sus sueños cuando fueron sacudidos por las tempestades del mar, de los cientos de miles de almas que han sucumbido extenuadas antes de llegar a la frontera, del duelo inconsolable por los desaparecidos, del miedo, la  incertidumbre y la vulnerabilidad de los refugiados sin refugio, del intenso trance de los desplazados, apátridas, extranjeros… la historia de la humanidad en tránsito.

Tanto la propuesta creativa de Betsabeé Romero, como el altar de muertos impulsado este año en el contexto de su ingeniosa intervención, fija la importancia de seguir considerando al museo como espacio de memoria, reflexión y acción desde su naturaleza pluridisciplinaria y desde su voluntad de promover la interacción con su público, procurando generar en un contexto de tolerancia, debate y el intercambio de fecundas experiencias en términos formales y de contenido.